Robert Francis Prevost, de 69 años, se convirtió este jueves en el sucesor del papa Francisco y en el primer pontífice estadunidense y peruano de la Historia con el nombre de León XIV.
En sus primeras palabras desde el balcón de la basílica de San Pedro del Vaticano poco después de su elección, el nuevo Papa lanzó un «llamado a la paz» a «todos los pueblos» e instó a «construir puentes» a través del «diálogo», avanzando «sin miedo, unidos, dando la mano a Dios y dándonosla entre nosotros».
Desde la logia de la Basílica de San Pedro, recordó que fue un sacerdote agustino, pero que era sobre todo un cristiano y un obispo, “para que todos podamos caminar juntos”.
Habló en italiano y luego cambió al español, recordando sus muchos años como misionero y luego como arzobispo de Chiclayo, Perú.
El nuevo Papa Robert Francis Prevost (Leon XIV), de 69 años, nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago. Ha consolidado una destacada trayectoria dentro de la Iglesia católica, combinando liderazgo, experiencia pastoral y un profundo compromiso misionero.
Su carrera eclesiástica alcanzó un punto clave en 2023, cuando fue designado cardenal por el Papa Francisco, reconociendo su capacidad y dedicación al servicio de la Iglesia.
Prevost fue designado por el difunto papa para el poderoso Dicasterio para los Obispos, el organismo que supervisa la selección de nuevos obispos en todo el mundo, una responsabilidad que refleja su influencia y confiabilidad dentro del Vaticano. Antes de su rol en la curia romana, fue líder de la orden agustiniana, una de las más antiguas y respetadas dentro de la Iglesia. Su experiencia pastoral se extiende más allá de su país natal. Durante años, sirvió como obispo de la ciudad de Chiclayo, en el norte de Perú, donde desarrolló una profunda comprensión de las necesidades pastorales en contextos misioneros. Esta combinación de liderazgo global y compromiso local ha convertido a Prevost en una figura clave para el futuro de la Iglesia católica.