Tras reunirse en el Vaticano con su colega de Ucrania, Volodymir Zelensky, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó de nuevo en su red Truth Social al titular del Kremlin, Vladimir Putin, y lo amenazó con aplicar nuevas sanciones contra Rusia porque: la situación me hace pensar que él (Putin) tal vez no quiere detener la guerra.
Esta vez, Trump, ya que los detalles cuentan, mencionó al gobernante ruso por su apellido y ya no se refirió a Vladimir, como en su crítica anterior de hace unos días por el bombardeo de Kiev: “Putin no tenía ningún motivo para lanzar misiles contra zonas civiles, poblados y ciudades en los días recientes. Me hace pensar que él (Putin) tal vez no quiere detener la guerra, que sólo me está haciendo el juego y tiene que ser tratado de manera diferente, ¿a través del ‘sector bancario’ o de ‘sanciones secundarias’? ¡¡¡Demasiada gente está muriendo!!!”
El momento en que Trump subió su mensaje a Internet hizo pensar a analistas que no quedó satisfecho con el reporte que le presentó su enviado especial, Steve Witkoff, tras reunirse el viernes con el mandatario ruso.
Lo único que informó el Kremlin es que Putin y Witkoff hablaron de la posibilidad de reanudar las negociaciones directas entre Rusia y Ucrania, es de suponer que se refería a las que se dieron en marzo de 2022 en Estambul.
A la vez, hacen notar, el Kremlin no dijo que acepta la llamada oferta final de Trump, sino que es necesario discutir detalles esenciales de la iniciativa del republicano, y la paciencia del presidente estadunidense podría estar llegando a su límite, aparte de que su propuesta, en la versión original, no puede llevarse a efecto por la negativa de Ucrania a reconocer de jure que Crimea pertenece a Rusia, y tendrá que incorporar elementos del planteamiento que elaboraron de manera conjunta, el 17 de marzo anterior, Kiev y sus aliados europeos.
Después de la dura crítica del gobernante estadunidense, el vocero ruso, Dimitri Peskov, expuso a los reporteros de la fuente presidencial: “durante la conversación con el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, Vladimir Putin declaró que ‘Rusia está lista para reanudar el proceso de negociaciones con Ucrania sin condiciones”, mensaje que Putin ha dicho en reiteradas ocasiones. Rusia sostiene, aunque no lo declaró ayer Peskov, que la parte que no está lista es Ucrania porque, a su juicio, no ha derogado el decreto que prohíbe negociar con Putin, así como un largo etcétera de impedimentos desde el punto de vista ruso; aparte de que la oferta final de Trump, antes que nada, plantea cesar hostilidades de inmediato, lo cual no parece entrar en la estrategia de Rusia por ser precisamente lo que criticó ayer el inquilino de la Casa Blanca.
Para el Kremlin, las noticias principales de este sábado no provinieron de Roma, Italia, sino que son el fin de la operación para liberar por completo la región rusa de Kursk, invadida por tropas ucranias en agosto del año anterior, y la detención de un presunto sospechoso implicado en el asesinato del general Yaroslav Moskalik.
La primera noticia se conoció por videoconferencia de Putin –difundida por el área de prensa del Kremlin– con el jefe del Estado Mayor del ejército ruso y artífice de la operación militar especial en Ucrania, general Valeri Guerasimov, quien reportó: hoy (sábado) concluyó con éxito la liberación completa de Kursk. El general, que destacó la participación de militares de Corea del Norte en la liberación de la región fronteriza de Kursk, los cuales, de acuerdo con el Tratado de Asociación Estratégica entre ambos países, brindaron una ayuda significativa para derrotar al enemigo, señaló: Fracasó el intento del régimen de Kiev de establecer una cabeza de puente táctica y desbaratar nuestra ofensiva en el Donbás (como denominan los rusos la zona de Donietsk y Lugansk).
Putin, tras felicitar a sus militares, destacó que la derrota total del enemigo en la zona fronteriza de Kursk crea las condiciones para futuras acciones certeras en otros sitios importantes del frente y pronostica la derrota del régimen neonazi (como llama al gobierno de Ucrania).
Sin embargo, y aunque sea cuestión de días o semanas que las tropas ucranias se retiren de territorio ruso, el mando militar de Ucrania desmintió a Guerasimov mediante un comunicado, que dice: “Las declaraciones del país agresor sobre el supuesto fin de las hostilidades en la región de Kursk (…) no corresponden a la realidad”.
El ejército de Ucrania, asegura el comunicado, continúa defendiendo ciertas zonas de la región de Kursk y también de la de Belgorod, aunque reconoce que es difícil la situación operativa.
La segunda noticia llegó desde Estambul, donde, a petición de las autoridades rusas, se detuvo a Ignat Kuzin, el dueño del automóvil que explotó y mató al teniente general Yaroslav Kuzin, y que el FSB (siglas en ruso del Servicio Federal de Seguridad), al informar de su arresto, denomino al acusado agente de los servicios secretos ucranios.
Según el FSB, el sospechoso extrajo los componentes del artefacto explosivo de un sitio furtivo que prepararon los servicios secretos ucranios en la región de Moscú, armó la bomba y la colocó debajo del automóvil del general Moskalik, un Volkswagen Golf estacionado junto a la entrada de su casa. El artefacto explosivo se activó a distancia, desde territorio de Ucrania, asevera el FSB. Hasta el momento, nadie en Ucrania ha confirmado ni desmentido la acusación de su responsabilidad en el atentado.