¿Por qué conmemorar el 8 de marzo este 2025?
Cada 8 de marzo, millones de mujeres en todo el mundo salen a las calles para exigir igualdad, justicia y derechos. Esta fecha no solo es un recordatorio de las luchas pasadas, sino también una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos que aún enfrentamos. Sin embargo, su origen ha sido motivo de debate y controversia a lo largo de la historia.
El origen del 8M: una historia con matices
Aunque muchas personas asocian el 8 de marzo con la lucha de las obreras textiles en Nueva York en 1857, algunos historiadores cuestionan la veracidad de estos hechos. Lo cierto es que la conmemoración de esta fecha tiene raíces en los movimientos feministas del siglo XIX y XX, con mujeres que lucharon contra la esclavitud, exigieron mejores condiciones laborales y pelearon por el derecho al voto.
En 1910, durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, Clara Zetkin propuso establecer un Día Internacional de la Mujer para visibilizar la lucha por el sufragio femenino. Años después, en 1917, las mujeres rusas tomaron las calles en protesta contra la guerra y la escasez de alimentos, un evento clave que influyó en la instauración de la fecha.
La importancia de seguir marchando
El 8M sigue siendo un día de lucha. No es solo una fecha simbólica, sino una jornada para alzar la voz contra la violencia de género, la desigualdad salarial y la falta de representación en espacios de poder. Como dijo Simone de Beauvoir: “Bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados”. Por eso, cada 8 de marzo, salimos a las calles con la fuerza de nuestras ancestras, con la convicción de que un mundo más justo es posible y con la certeza de que nuestra voz es imparable. ¡Porque la lucha sigue y nos queremos vivas, libres y con derechos!