Los premios Nobel de Física Geoffrey Hinton y de Química Demis Hassabis, reconocidos por sus descubrimientos relacionados con la inteligencia artificial, insistieron este sábado en la necesidad de regular adecuadamente esta tecnología.
«Es importante que las regulaciones se hagan correctamente», dijo Demis Hassabis en una conferencia de prensa en Estocolmo.
«Eso es lo más difícil en este momento, porque es una tecnología que se mueve muy rápido», agregó el británico, recompensado por revelar los secretos de las proteínas, basadas en la inteligencia artificial y la informática.
Según Hassabis, «se trata de saber para qué queremos usar estos sistemas, cómo queremos desplegarlos y asegurarnos de que toda la humanidad se beneficie de lo que estos sistemas pueden hacer», y garantizando, al tiempo, que los actores no reutilicen estas herramientas con fines dañinos, agregó.
Considerado como uno de los padres fundadores de la IA, el británico-canadiense Geoffrey Hinton ha hecho sonar varias veces la alarma sobre esta revolución tecnológica.
«Me hubiera gustado haber pensando antes en la seguridad», dijo Hinton el sábado.
Según él, uno de los peligros de la IA a corto plazo es el desarrollo de armas autónomas letales.
«Los gobiernos no están dispuestos a autorregularse cuando se trata de armas autónomas letales y se está llevando a cabo una carrera armamentista entre los principales proveedores de armas, como Estados Unidos, China, Rusia, el Reino Unido e Israel», dijo.
Demis Hassabis recomendó regulaciones «rápidas y flexibles» para entender los desarrollos tecnológicos y adaptarse rápidamente.
En particular, este científico aboga por apoyarse en reglamentaciones que ya existen en este sentido en áreas como la atención médica y el transporte.
El científico dijo a AFP que había tenido conversaciones con Elon Musk sobre la «amenaza existencial» que representa el uso inapropiado de la IA. Hassabis agregó que confía en que Musk «comunique eso a Trump y su administración» cuando Donald Trump regrese a la Casa Blanca en enero, pero advirtió que no está seguro de si todo el equipo del próximo presidente estadounidense es plenamente consciente de los riesgos que conlleva este avance.