Titulares

Presentan exposición en memoria del pintor alemán Ernst Saemisch

“Le encantaba tratar con la gente más humilde, aquellos que portaban la sabiduría ancestral de la vida diaria. México se convirtió en su pasión, un amor íntimo y profundo que lo marcó hasta el último de sus días”

Ernst Saemisch, nacido en 1902 y fallecido hace cuarenta años, fue un hombre muy culto, pero muy sencillo. “Le encantaba tratar con la gente más humilde, aquellos que portaban la sabiduría ancestral de la vida diaria. México se convirtió en su pasión, un amor íntimo y profundo que lo marcó hasta el último de sus días”.

Con estas palabras, Gertrudis Zenzes, viuda del pintor alemán, evocó la esencia de quien fuera su compañero de vida durante la presentación de la exposición La naturaleza íntima de la vida. Ernst Saemisch 1902-1984, cuya inauguración será este 15 de diciembre en el Colegio de San Ildefonso.

La muestra reúne 220 piezas, entre bocetos, dibujos y pinturas, que abarcan desde 1920 hasta 1984. La curaduría estuvo a cargo de Eugenio Caballero, reconocido diseñador de producción cinematográfica, quien destacó cómo el horror vivido por Saemisch durante las guerras mundiales lo llevó a transitar de lo figurativo hacia la abstracción, “en una búsqueda por sanar a través del arte”.

El montaje se articula en ocho núcleos temáticos. En los primeros apartados, Experiencias formativasLa oscuridad y La búsqueda, se muestran las influencias de sus años juveniles y su reflexión sobre el dolor y la guerra. En estas etapas, el artista abandonó la figura humana para enfocarse en paisajes que aluden a la soledad y la desolación.

En la sección La naturaleza se revela la conexión profunda de Saemisch con su entorno, que más allá de un refugio, se convierte en un enigma, un territorio lleno de significados por desentrañar. Series como Tierra Caliente y El hombre y la serpiente ejemplifican su interpretación de la cosmovisión mexicana, cargada de luz y color.

En los bloques finales, Abstracciones geométricas/Rejas y Cosmos, se observa su inmersión en la abstracción total. Líneas y colores se convierten en protagonistas, liberándolo de convenciones estéticas y llevándolo a experimentar con formas que reflejan tanto su mirada científica como su espiritualidad.

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Nacido en las montañas de la Selva Negra en Alemania, Ernst Saemisch fue un testigo del tiempo. Creció entre los susurros de la naturaleza y las conversaciones con grandes mentes como Albert Einstein y Fritz Haber. Estas primeras experiencias lo llevaron a desarrollar una sensibilidad única que marcó tanto su vida como su obra.

Su formación en la Bauhaus, cuna de las vanguardias, le permitió fusionar la abstracción geométrica con el simbolismo mexicano, creando un lenguaje visual que dialoga entre culturas y épocas.

Organizada por la UNAM y la Secretaría de Cultura federal, entre otras instancias, la exposición La naturaleza íntima de la vida. Ernst Saemisch 1902-1984 se podrá visitar de martes a domingo de 11 a 17:30 horas en el Colegio de San Ildefonso (Justo Sierra 16, Centro Histórico). Concluirá el 18 de mayo de 2025. Además de la iniciativa pictórica, se ofrecerá un ciclo de actividades pedagógicas y culturales, como conferencias, talleres, cine expresionista y recorridos guiados. En el micrositio digital (https://goo.su/rfPIkS), los internautas podrán realizar un tour virtual en 360 grados.