El ministro israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich, afirmó ayer que la elección de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos supone una oportunidad importante para que Israel consiga la soberanía de Cisjordania; el canciller de la Unión Europea, Joseph Borrell, condenó estas declaraciones que calificó de claro paso hacia la anexión ilegal del territorio palestino.
Estamos a un paso de obtener la soberanía en los asentamientos de Judea y Samaria y ahora es el momento de darlo, expresó el ultraderechista Smotrich, antes de una reunión con su partido, incluso planteó 2025 como fecha para este hito, que implicaría consolidar la actual ocupación.
Además, declaró que dio instrucciones a las autoridades israelíes que supervisan los asentamientos de Cisjordania reocupada para comenzar el trabajo profesional y exhaustivo del personal para preparar la infraestructura necesaria con el fin de extender la soberanía, según un comunicado de su oficina.
El ministro, una de las voces más radicales del gobierno del premier Benjamin Netanyahu, consideró que un Estado palestino es un peligro y se mostró partidario de que los nuevos nazis paguen en territorio el precio de sus desafíos, de acuerdo con información de The Times of Israel.
También asumió que habrá críticas internacionales, pero señaló que los Acuerdos de Abraham con países árabes ya demostraron en su día que al final Israel siempre recibirá el apoyo de sus socios y no me cabe duda de que el presidente Trump, que mostró coraje y determinación en su primer mandato, apoyará al Estado de Israel.
En su cuenta de X, Josep Borrell aseguró que esta retórica socava el derecho internacional, viola los derechos de los palestinos y amenaza acualquier perspectiva de una solución de dos estados. El funcionario europeo apuntó también que las palabras limpieza étnica cada vez reflejan más la situación en el norte de la franja de Gaza, azotada por la ofensiva israelí.
En tanto, los participantes de la cumbre árabe-islámica extraordinaria en Riad acordaron crear un mecanismo para coordinar el trabajo de la Liga Árabe, la Organización para la Cooperación Islámica y la Unión Africana, enfocado en la solución de la guerra en Palestina, informó el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit.
En este contexto, el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salmán, condenó el genocidio perpetrado por Tel Aviv en el enclave palestino, y exigió parar las ofensivas en Gaza y Líbano.
En tanto, el primer ministro libanés, Nayib Mikati, denunció que el país atraviesa una crisis histórica sin precedente y llamó a la comunidad internacional a presionar por un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbollah. Las consecuencias económicas de estos ataques militares aumenta el impacto de la tragedia, explicó y recordó que el Banco Mundial estima las pérdidas en 8 mil 500 millones de dólares y manifestó que más de 100 mil viviendas quedaron destruidas o sufrieron daños materiales.
Irán afirmó que el mundo está esperando que el nuevo gobierno del magnate estadunidense ponga fin a las guerras de Israel con Hamas y Hezbollah, cuando el gobierno estadunidense es el principal defensor de las acciones del régimen sionista.
En las últimas 24 horas las tropas israelíes mataron a 20 palestinos en la franja de Gaza y al menos 14 en Líbano.
