Titulares

Identifican restos de víctimas de la Guerra Sucia en Guerrero

Colectivos de Atoyac de Alvarez, dieron a conocer los nombrea de 5 campesinos asesinados por elementos del Ejército Mexicabo hace más de 50 años en comunidades del municipio de Ajuchitlán del Progreso, en la Tierra Caliente de Guerrero.

Entre gritos de ¡presente!, fueron mencionando los nombres de las 5 campesinos, ganaderos, y criadores de cabras- cuya identidad fue confirmada por exámenes de ADN- asesinados en 1974 por elementos del Ejército Mexicano, en las comunidades de Las Desdichas, Los Espadines, y en Cerrito del Aguila, en lo alto de la sierra del municipio de Ajuchitlán del Progreso, en la Tierra Caliente de Guerrero. 

En conferencia de prensa, en Chilpancingo, Estela Arroyo Castro, dirigente de la Asociación Representativa de Ejidos y Comunidades, Grupos Vulnerables Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos (Arecovih), acompañada de Octaviano Gervasio Serrano, del Colectivo de Esposas Hijos de la Guerra Sucia del municipio de Atoyac de Alvarez, informó que se identificó los cuerpos de cinco víctimas de la guerra sucia, gracias a los exámenes de ADN, implementados por la Fiscalía General de Guerrero(FGG), y la Fiscalía de la Ciudad de México. 

Recordó que sus restos habían sido exhumados en septiembre del año pasado, y corresponden a Gervasio Bernardino Román, Bartolo Rojas Nazario, Pablo Rojas Terán, Apolonio Hernández Bernardino, José Isabel Rojas Bernardino. 

Emocionada la luchadora social señaló “ellos fueron asesinados, pedimos castigo a los militares, criminales, y traidores a la patria: ¡justicia y verdad, no a la impunidad!, ¡fue el Ejército, castigo a los militares traidores a la patria!”, gritaron una veintena de campesinas y campesinos, presentes en la rueda de prensa portando los retratos de sus familiares. 

Por su parte, Octaviano Gervasio, dijo que por primera vez en la historia, se da a conocer la identidad de víctimas de la violencia extrema, “ya catalogada como terrorismo de Estado, como lo calificó un juez; es un tema de gran trascendencia para las familias de Guerrero y de México, por la terrible represión extrema, cometida por los militares en la Guerra Sucia (1969-1979)”. 

Se pudo identificar genéticamente a 5 de las 7 víctimas “gracias a ello se confirmó lo ocurrido en las comunidades de La Desdichas, Los Espadines, y en Cerrito del Aguila, en lo alto de la sierra del municipio de Ajuchitlán del Progreso, catalogados como crímenes de lesa humanidad, fueron ejecuciones sumarias, en donde arrasaron con todas las familias de la comunidad”. 

Aquí están las pruebas y “no hay manera de que el Estado, lo siga negando; estos crímenes los cometió el Ejército Mexicano, ordenado por el comandante en turno de las fuerzas armadas. No había antecedentes de los hechos de la Guerra Sucia, en el que se haya identificado a las víctimas”. 

Pedimos desde Guerrero, “a la presidenta Claudia Sheinbaum, que en su calidad de jefa suprema de las fuerzas armadas, que ahora sí ya la Sedena abra los archivos, y que reconozcan ya de manera oficial que el Ejército cometió estos crímenes de lesa humanidad. Que la doctora Sheinbaum no tenga miedo, que aquí está el pueblo de Guerrero para apoyarla”. 

La Sedena está callada, insistió Gervasio Serrano, “le hacemos un llamado a que se pronuncie respecto a estas graves violaciones a los derechos, a estos crímenes de lesa humanidad, ocurridos en estas comunidades de Ajuchitlán del Progreso; también queremos que se pronuncie acerca de los llamados “vuelos de la muerte”, no han dicho nada, y solo están abonando la impunidad y a la simulación”. 

También le pedimos al subsecretario de Gobernación, Arturo Medina, “que venga a Guerrero, él dice que tenía contacto con las víctimas, no es cierto; tenemos tiempo solicitándole una audiencia, le decimos que desde las oficinas en la Ciudad de México, las cosas se ven diferente, que venga acá a escuchar las demandas de las víctimas”. 

Hay otras dos víctimas no identificadas “nos comentan que sí es posible identificarlos genéticamente, pero que no cuentan con los reactivos y materiales adecuados, por eso hacemos un llamado a la Secretaría de Gobernación, para que se logre la identificación de las otras dos víctimas, Eduviges Ovillada Ortíz, y a Francisco Rojas Nazario, y además se ubique a José Santos, quien desde hace más de 50 años se encuentra desaparecido. 

También intervinieron los familiares directos de las víctimas “Apolonio Hernández Bernardino, era mi padre, yo soy su hijo Bartolo Hernández Rojas, pedimos justicia, y reparación del daño; fue un terrorismo allá en la sierra, nuestros padres eran campesinos, y productores de cabras”. 

Estela Arroyo: “yo soy víctima directa, por mi padre Alejandro Arroyo Cabañas, de mi abuelo Sostenes López Cienfuegos, y de mi tío desaparecido Isaías Castro Velázquez “le pedimos a la presidenta Claudia que nos ponga atención, para que se nos haga justicia, ya que los presidentes pasado, priístas, nunca hicieron justicia, hoy creemos que en este gobierno, se de ya la verdad, castigo a los culpables, y la reparación del daño a las víctimas. Estamos seguros que las otras dos víctimas, Eduvíges Ovillada Ortíz, y Francisco Rojas Nazario, son ellos, sus hijos que eran pequeños vieron la forma en que el Ejército los masacraron”. 

Señora Antolina Rojas: “Yo era niña, vi cuando sacaron a mi padre Bartolo Rojas Nazario, a mis tíos, y a mi primo Pablito “N”, que apenas tenía 14 años de edad, yo ese recuerdo no lo puedo olvidar. En ese entonces éramos siete niños, por eso no fuimos a la escuela, y no se expresarme, pero lo que digo es real”. 

“Estábamos dormidos todavía cuando escuchamos la balacera; y llegó alguien corriendo, y dijo: ya cayó Gervasio (Bernardino Román), era hermano de mi padre. Luego mi papá se fue, y yo fui con él; las balas nos pasaban por los pies. Mi papá se vistió de mujer para que no le tiraran, de todos modos lo encontramos tirado, ya muerto, sin vida. Vi que pararon algo con patas como ese(un tripié), y tiraron muchas bolitas de colores (luces)”. 

Éramos muy niños, ese día “ mi papá me dijo: ve hija y dile a tu mamá que venga con las mujeres para que nos ayuden a salir; quizás así viendo mujeres no nos tiren, pero los acabaron a todos. Yo vi cuando iban corriendo Pablito, y cayó bocarriba junto con mi tío Francisco. A todos nos pusieron las armas, a mi mero me anotaron (apuntaron), yo les tuve miedo, iban vestidos de verde; se llevaron todo lo que teníamos, no se llevaron las gallinas porque no pudieron…” 

Yo tengo fe en nuestra presidenta Claudia(Sheinbaum), “que sí nos va a hacer justicia”.