Después de la pausa decretada al final de la administración de Andrés Manuel López Obrador en la relación con la embajada de Estados Unidos por la intromisión en asuntos internos, el nuevo gobierno estableció lineamientos que regirán los vínculos de esa representación diplomática con las dependencias federales, informó la presidenta Claudia Sheinbaum. Cualquier reunión o tema que el embajador Ken Salazar busque tratar, deberá hacerlo a través de la cancillería.
La mandataria informó que el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Juan Ramón de la Fuente se reunió con Salazar, y comentó que a veces, el embajador llama a un secretario, a otro secretario. Entonces, ahora le dijimos: bueno, si quiere tocar algún tema relacionado con la Secretaría de Energía, porque hay empresarios estadunidenses interesados en invertir y quieren saber la disponibilidad, pues será por medio de la cancillería.
A pregunta expresa sobre los amagos del candidato presidencial republicano, Donald Trump, de imponer modificaciones al T-MEC, Sheinbaum señaló que en realidad se refirió a algunos aspectos asociados a la entrada irregular de productos chinos. Sin embargo, anticipó que independientemente de quien resulte triunfador en los comicios, nos vamos a poner de acuerdo.
Sostuvo que la integración comercial de México, Estados Unidos y Canadá es amplia, y la economía estadunidense depende ya mucho de México, por lo que se tendrá que llegar a acuerdos para consolidar los vínculos económicos. Nosotros no competimos, nos complementamos, y eso está establecido en el tratado. Recientemente salió que estamos en el máximo histórico de exportaciones a Estados Unidos.
En su conferencia, Sheinbau aseveró que el propósito de México es ampliar la integración comercial en la zona para incorporar a Centro y Sudamérica, lo que permitiría consolidar el continente como una sólida economía en el contexto global, aunque esto no implicaría cerrarnos a otros mercados.