Tan pronto como llega octubre, en la memoria colectiva la comunidad de San Francisco Putla está vestida de anaranjado, morado y blanco para recibir los Días de Muertos y, con ello, dar los toques finales a las flores que marcan el sendero del Mictlán; sin embargo, este año las lluvias no han dado tregua y la tradición se ha visto disminuida.
Debido a que las precipitaciones no han terminado, a las flores les ha costado trabajo sobrevivir. Así como cuando la sequía pega, las tormentas de los últimos meses les ha afectado al grado de terminar podridas.
Las flores de alhelí son las que más se han visto afectadas por la lluvia
Teresa llega todos los días a sus parcelas en Putla, una comunidad que se ha distinguido como anfitriona de las flores de muertos en el último siglo, el trabajo en campo es el sustento de las familias que han encontrado en la tierra la forma más noble de vida, afirman.
Cubierta de pies a cabeza, porque aunque el viento hela el Sol cae aplomo, con su rastrojo quita la hierba que impide que las flores se nutran. Las alhelíes son las más afectadas, pero el cempasúchil tampoco se salva.
Las lluvias no se acaban y sí nos ha pasado a amolar, las alhelíes están muy atrasadas por tanta agua, se está pudriendo. Teresa, floricultora.
En Putla existen alrededor de 400 productores que han sobrevivido desde 2020. La pandemia para ellos significó el inicio de una crisis que no parece terminar.
En la comunidad de San Francisco Putla laboran alrededor de 400 productores de flor
Con la cuarentena por covid-19, decidieron intercambiar sus flores por despensa, en 2022 sufrieron los estragos de la sequía y el año pasado en los primeros meses, perdieron 25 toneladas de flor por la falta de agua.
A causa de la excesiva humedad, los cultivos requieren constantes fumigaciones
‘Estamos fumigando casi cada semana porque con el agua se pudren, del cempasúchil se va a perder como 15 por ciento de lo que se sembró en el pueblo, pero de las alhelíes, ahí sí les va a pegar más, no han crecido’, añadió Alex, quien desde los 15 años aprendió a labrar la tierra para que ésta le regalara flores de colores.
La leyenda del cempasúchil
Según la leyenda, los cempasúchiles eran las flores favoritas de la diosa Mictecaca, esposa de Mictlantecuhtli, dios de la muerte en la mitología azteca.
El cempasúchil es la flor icónica del día de muertos
La leyenda cuenta que la diosa Mictecaca descendió a la tierra para reunirse con su esposo y al no encontrarlo comenzó a llorar. Sus lágrimas se convirtieron en cempasúchiles, que desde entonces han sido considerados como un símbolo de la muerte y la resurrección.
Según la tradición, esta flor anaranjada de más de 20 pétalos guía a los espíritus de los difuntos hacia sus hogares durante el Día de Muertos, iluminando el camino con su color vibrante y fragante aroma. Por esto, se colocan en los altares y tumbas para honrar a los seres queridos que han partido.
Pero este año, en el Valle de Toluca, la tradición está en riesgo debido al exceso de lluvias que los está asfixiando, aunque los campesinos echan mano de pesticidas para matar las bacterias que aprovechan la acumulación de humedad.
Pegará crisis en los precios
A dos semanas del corte de flor, los floricultores de Putla trabajan a marchas forzadas para rescatar el fruto de su trabajo de meses, por lo que el panorama aún es incierto para ellos.
Productores necesitan subir el costo de estas flores para recuperar la inversión que hicieron este año
Lo que sí, es que prevén que la venta del manojo suba entre 20 y 40 pesos, es decir, el año pasado se cotizaba en 80 pesos, ahora temen que se cotice en 120 por la inversión de hasta 6 mil pesos por hectárea que hicieron en pesticidas.
Aún así le hablan a la flor que ha de marcar el sendero de las ánimas de quienes se adelantaron en el camino, la alientan a florecer, a demostrar que es la flor de los muertos porque sabe renacer.