Se estrenó el documental Cuatro Ciénegas en el canal de YouTube David Jaramillo Pixel (Djpixel1). El largometraje, exhibido en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, aborda la crisis ambiental que enfrenta ese ecosistema único en el planeta y narra la lucha de la investigadora Valeria Souza Saldívar y su esposo, el doctor Luis Eguiarte, del Instituto de Ecología de la UNAM, quienes han trabajado incansablemente durante más de 25 años para rescatar dicho lugar de la depredación humana provocada por los cultivadores de alfalfa.
Dirigido por David Jaramillo, los espectadores serán testigos de la determinación de los investigadores y algunos pobladores por proteger este legado natural.
El documental es el testimonio de la lucha incansable de una científica para proteger el ecosistema de Cuatro Ciénegas, Coahuila, uno de los pocos sitios del planeta que en sus pozas han albergado la diversidad biológica que existía hace millones de años y que está a punto de colapsar por la extracción de agua para cultivos de alfalfa y las empresas lecheras.
El largometraje fue dirigido y fotografiado por David Jaramillo, se ha exhibido en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, así como en diferentes festivales internacionales como el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) 33, entre otros. Fue producido por el Instituto de Ecología de la UNAM y el CONACYT.
El trabajo se puede visualizar de manera gratuita este viernes 12, sábado 13 y domingo 14 de junio hasta las 11:50 pm. en la plataforma de Vimeo: https://vimeo.com/262030186
“Un lugar único en la Tierra donde hubo un mar y sólo quedaron pozas de colores que poseen los secretos de su antigüedad y del origen de la vida en el planeta. Una lucha incansable por protegerlo ante la crítica y el repudio de ejidatarios de un pueblo mexicano debido a la sequía en la región y las medidas tomadas para la protección ambiental. ¿Podrá este legado de México y la humanidad ser protegido por las nuevas generaciones a través del conocimiento y una nueva conciencia?”, es como se presenta la obra, rodada por supuesto, en el valle de Cuatro Ciénegas, Coahuila.
Es un documental donde hay escenarios bellísimos que son un ecosistema único en el planeta, pero también vamos a encontrar una trama social donde los antagónicos piensan que el agua es para siempre y por el otro lado, vamos a encontrar a los científicos y otro tipo de personajes que defienden el agua en busca de la sostenibilidad y de la conservación del valle de Cuatro Ciénegas.
Pero hay que resaltar que lo más importante es que el documental no nada más muestra las partes encontradas, sino también las posibilidades para rescatar el valle a través de las alternativas que dirige la doctora Valeria Souza y su esposo, el doctor Luis Eguiarte, los cuales instauraron talleres de educación ambiental a los niños, por medio de la asociación civil “Concentrarte”, para fomentar en su consciencia una idea de que los elementos naturales son parte de nosotros y que la naturaleza no está a nuestro servicio, que hay que cuidarla.
También resalto los pequeños esfuerzos que hay por el cambio de modelos de producción, como la sustitución de la alfalfa, que es la que genera esta crisis por la extracción masiva de agua por parte de los agricultores, llevan más de 50 años haciéndolo a través de canales abiertos a cielo abierto, lo único que ha generado es la pérdida del humedal a un 90 por ciento.
Lo interesante es que los estromatolitos, que viven dentro de estas pozas en medio de un desierto a tres horas de Torreón y a una hora de Monclova, mantienen la memoria más antigua del planeta. Tienen el récord fósil de más de 3 mil 800 millones de años. Esos estromatolitos nos pueden decir cómo limpiar el dióxido de carbono, cómo limpiar la contaminación ambiental que tiene muy dañado a nuestro planeta, o por ejemplo, podría limpiar la radiación de Fukushima, esa planta nuclear que derramó contaminación al Océano Pacífico, este es un ejemplo de lo que puede otorgarnos este rescate ecológico que sólo nos queda un 10 por ciento, ya que el Valle de Cuatro Ciénegas conservó estas bacterias unicelulares.
Estos estromatolitos nos pueden decir cómo reciclar los átomos y cómo generarlos en oxígeno y lo que es muy interesante es ver que estas bacterias lo han resistido todo, es decir, soportaron dos glaceaciones planetarias, cinco extinciones masivas, vieron nacer y morir a los dinosaurios pero lo que no están soportando es la extracción masiva de agua por parte de los ejidatarios, o sea, por la mano del hombre, en menos de 50 años.
Los doctores Valeria Souza y Luis Eguiarte instauraron un laboratorio de ecología molecular donde ahora los chavos del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTA) 22 tienen la posibilidad de entender y aprender cómo extraer el ADN de la tierra y con ello comprender sus componentes y sus procesos para cultivar en diferentes etapas del año y no sólo sobreexplotar la tierra como lo está haciendo el cultivo de alfalfa.
Todo esto está enfocado hacia generar la consciencia en las nuevas generaciones y en los que se dejen, porque también hay ejidatarios que ya cambiaron al modelo de producción al nopal verdura.
Nadie va a rescatar Cuatro Ciénegas más que los pobladores, ellos mismos son los que tienen la batuta en el cambio y en la erradicación de la depredación misma por parte del humano.
– Cuando mencionas estos ‘antagónicos’ ¿te refieres al pueblo ejidatario?
– Me refiero a los agroindustriales y obviamente también a los ejidatarios. La gente no es mala, los pobladores no son malos, el problema es que no les ofrecen la información adecuada para tener un método sostenible que genere un equilibrio económico entre los ejidatarios y el ecosistema. Al ecosistema hay que regresarle lo que se le toma y ese es el problema, que durante más de cuatro o cinco décadas no se le ha regresado a la ecología lo que ha ofrecido y por eso estamos perdiendo los recursos naturales.
Aquí resalto la problemática en el sentido de que hay un monopolio y los que son dueños del agua y de la tierra se están aprovechando de la demás gente que está desinformada y por eso están en contra de esos talleres de educación y de los cambios que pueden generar para poder conservar el valle de Cuatro Ciénegas.
– ¿Los cambios sólo vienen de iniciativas sociales y académicas o hay alguna por parte del Gobierno?
– Todas estas iniciativas son por parte de los investigadores del Instituto de Ecología de la UNAM, falta que el Gobierno se sume a esta lucha ecológica y por eso la doctora Souza y su esposo llevan la batuta. Vieron un avance científico ya que los efectos de la depredación humana son una consecuencia de la desinformación y del olvido de las instituciones gubernamentales al desarrollo social, económico y ecológico que requiere nuestro país.
Resalto el trabajo de los investigadores de la UNAM porque es un trabajo de corazón, ellos llegaron por parte de la NASA hace 17 años, eran los únicos mexicanos que sabían estudiar las bacterias y al descubrir a los estromatolitos se percataron que era algo muy importante lo que tenemos ahí, que es único en la Tierra, son bacterias endémicas, las más antiguas del planeta y nos pueden ayudar muchísimo no tan sólo a comprender nuestro pasado sino también entender el futuro del planeta.