Al menos 41 palestinos abatidos –incluidos ocho niños– y 113 heridos fue el saldo ayer de nuevos bombardeos israelíes contra la franja de Gaza, en una jornada en la que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) rescataron a un árabe israelí tomado como rehén durante la incursión de Hamas del 7 de octubre, y lanzaron la mayor ofensiva contra Cisjordania reocupada de los últimos años.
Los equipos de rescate trabajaban en la recuperación de cadáveres, heridos y sobrevivientes en los diferentes puntos del territorio bombardeados ayer. Encontramos a niños y mujeres muertos y mutilados, contó Mohamed Yusef, quien presenció el ataque en el campo de refugiados de Al Maghazi.
Israel sostiene que intenta evitar daños a la población civil y acusa a Hamas de ponerlos en peligro al combatir en zonas residenciales.
Familias desplazadas se agolparon en la orilla del mar mientras continuaban los combates.
Todos los días dicen que las conversaciones avanzan, que un acuerdo está cerca, y luego todo cae como el polvo. ¿Comprende el mundo que cada día nos cuestan más vidas?, pregunta Aya, palestina de 30 años.
El balance de víctimas mortales desde el inicio de la guerra se elevó a 40 mil 476 y la de heridos o mutilados a 93 mil 647. En tanto, bajo los escombros continúa un número desconocido de víctimas, cuyos cuerpos no pueden ser rescatados debido a la presencia de tropas israelíes.
En Cisjordania reocupada 10 personas murieron en una fuerte operación de Tel Aviv; el número de heridos no fue informado y al cierre de esta edición los combates continuaban en los campamentos de refugiados de Al Faraa, Jenin y Nur Sham.
El portal noticioso israelí Ynet destacó que las FDI rodearon los hospitales para impedir la llegada de milicianos palestinos heridos.
Por otra parte, Josep Borrell, canciller de la Unión Europea, reclamó un alto el fuego de tres días en Gaza para facilitar la vacunación contra la polio, cuya propagación amenaza a la infancia palestina, ya de por sí muy golpeada por el hambre.
Los niños de Gaza hacen lo que pueden para sobrevivir. Ya olvidaron lo que es jugar, refirió Afp. Cada mañana, Ahmed, de 12 años, recoge de entre las ruinas de Jan Yunis restos de las casas destruidas: machacamos las piedras y vendemos la cubeta de grava por un séquel (cinco pesos) a familias que construyen con ella estelas en las tumbas de sus allegados. Lo que ganan no alcanza ni para un paquete de galletas, lamentó, un kilo de tomates cuesta 25 séqueles.
Jamis, de 16 años, y su hermano Sami, de 13, venden cajas de jugo. De tanto caminar entre los escombros con los pies descalzos, a mi hermano se le infectó la pierna con un fragmento de obús, cuenta Jamis. Tuvo fiebre, granos por todas partes y no teníamos ningún medicamento para curarlo.
Moatasem, de 13 años, vende café. “Olvidamos lo que es jugar o comprar cosas que nos gustan (…) me gustaría llegar a casa y encontrar mi vida de antes, cuando encontrábamos fácilmente agua para beber”.
Dos esposas y 11 hijos lo esperaban
La liberación del ex rehén Kaid Farhan Alkadi, de 52 años, eleva a ocho la cifra de rescatados por el ejército y es el primero encontrado en un túnel.
Alkadi pertenece a la minoría árabe beduina israelí y era guardia en el kibutz (comuna agrícola) Magen. Tiene dos esposas y 11 hijos.
Sin afeitar y con camiseta blanca se ve en un video sonriendo al lado de soldados israelíes. Parecía demacrado, pero los médicos dijeron que su condición es estable. Su numerosa familia, originaria de una ciudad en el desierto de Néguev, fue a recibirlo al hospital.
De los 251 secuestrados, 105 continúan en Gaza, incluidos 34 que los militares israelíes declararon muertos.
Hamas quiere canjear a los rehenes por una tregua duradera, la retirada israelí de Gaza y la liberación de un gran número de prisioneros palestinos, incluidos militantes de alto perfil.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseveró que mantendrá las misiones de rescate y las negociaciones para lograr la libertad de los rehenes. Ambos requieren nuestra presencia militar en el terreno, y una presión militar incesante sobre Hamas, añadió.
Mientras, las negociaciones continúan en Doha, impulsadas por los mediadores Qatar, Egipto y Estados Unidos. El cruce de ataques entre Israel y Hezbollah durante el fin de semana no ha afectado las conversaciones, sostuvo John Kirby, portavoz de la Casa Blanca.
La Organización de Naciones Unidas y Rusia, por separado, hicieron un llamado a la seguridad de los buques que navegan en el mar Rojo; aquellos que representan intereses israelíes son atacados por los rebeldes hutíes de Yemen, en apoyo a la lucha de Hamas.
El canciller ruso, Serguei Lavrov, manifestó que tales acciones plantean graves amenazas para la seguridad de navegación. No obstante, Moscú tampoco aprueba la respuesta bélica liderada por Washington y Londres. Según Lavrov, tales acciones sólo agravan la situación.
De igual manera, el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, condenó estos ataques que ponen en peligro a las tripulaciones y advirtió sobre el riesgo ambiental de los derrames de crudo, a propósito del petrolero Sounion, que se encuentra anclado y en llamas frentes a la costa de Yemen.