El libro Tiempo de mujeres en el teatro mexicano del siglo XXI da constancia de la presencia y el trabajo que la dramaturgas han realizado a pesar de los obstáculos, hecho evidente a través de una selección de unos 100 montajes teatrales de mujeres, observados y analizados por escritora Estela Leñero.
La autora del texto, que será presentado el 31 de agosto, dijo a La Jornada que la labor teatral femenina pasa desapercibida, no sólo en cuanto a visibilización, sino también en oportunidades de reconocerla, lo cual es parte de la marginación en la que vivimos las mujeres y todo el machismo ancestral que seguimos repitiendo.
El título, editado por la Universidad Autónoma de Nuevo León, recopila escritos publicados por Leñero a lo largo de 20 años. Es una continuación de otros dos volúmenes que abordan lo hecho en el teatro entre los siglos XX y XXI.
La también dramaturga (Ciudad de México, 1960) puntualizó que ahora es momento de impulsar mucho más la visibilización de las mujeres en teatro.
Este texto se concentra en lo realizado por dramaturgas y directoras, sobre todo mexicanas, aunque también tiene una parte de nuestras antecesoras, para resaltar de dónde venimos: las precursoras, las pioneras, como empresarias, productoras y dramaturgas.
Estela Leñero destacó la inclusión de un capítulo en el que aborda, a manera de ensayo o viñetas, a personajes femeninos del siglo XX, entre ellos Rosario Castellanos, Luisa Josefina Hernández, Virginia Fábregas y María Luisa Ocampo.
La antropóloga relató que a mediados del siglo XIX las dramaturgas empezaron a participar en esta disciplina artística. En esa centuria había muchos autores anónimos que en realidad eran autoras, mujeres que tenían que usar seudónimo para que no fueran criticadas en su medio. Empezaron a escribir más ampliamente en la primera mitad del siglo XX.
Sólo temas domésticos e históricos
En torno a los temas y el tratamiento de estas figuras, Leñero comentó que al principio eran “domésticos; o sea, sí había un enfoque del entorno en el que se movían las mujeres o, en el otro extremo, el teatro histórico, creadoras inquietas sobre el teatro de la Revolución Mexicana.
“Los temas han sido muy variables; con Luisa Josefina Hernández y Rosario Castellanos se rompió con el ámbito más doméstico para empezar a hablar de aspectos más amplios, como problemas de ecología, sociales, políticos, históricos, emocionales, amorosos, de pareja, y acceder a toda esa gama con una perspectiva de las mujeres.
Es importante, porque la visión de estas dramaturgas sí tiene un sello de mayor comprensión de los personajes femeninos y de ponerlos en un lugar donde son más activas y pueden decidir o intervenir en su destino, ya que en la dramaturgia anterior y de los hombres, siempre había la tendencia de pasividad, o sea, una visión errónea.
Necesario, abogar por la cuota de género
Sobre la inequidad en el teatro contra ese sector de la población, Estela Leñero refirió: “ese es el problema que he estado investigando. Revisando carteleras, participaciones de hombres y mujeres en mesas redondas, conferencias, convocatorias, puestos públicos y participación en muchas actividades teatrales: hay minoría de mujeres. Eso es muy notorio, por más que digan: ‘las mujeres ya estamos participando’”.
Acotó que es verdad que ha habido un gran avance y el gobierno con esta consigna de equidad, de cuota de género, lo ha logrado, pero en el medio del teatro y en la cultura en general, en estos comparativos en mesas redondas, conferencias, antologías de poesía o lo que sea, 70 por ciento de participación es masculina, y 30, femenina.
Destacó que es necesario abogar por la cuota de género, después de esta deuda histórica, además de las limitantes que tenemos las mujeres, que tenemos una doble, triple o cuádruple jornada de trabajo, y un tiempo que nos falta recorrer. Por tanto, es importante este impulso a la equidad de género.
La dramaturga reiteró: por eso está este libro, donde podemos ver todas las cualidades, toda la creatividad de las mujeres teatristas. A lo largo de este recorrido de 100 obras de teatro hechas por mujeres podemos darnos una idea y resaltar el trabajo en esta consignación a lo largo de 20 años.
La premio Nacional Víctor Hugo Rascón Banda 2004 resaltó que en el índice luego del título del artículo o de la obra, coloca a “la personaja: la directora o la escritora; entonces, es un índice en el que haces un recorrido y ves todas las mujeres que participaron. También es un intento de incluir un listado onomástico, que no es tan común ahora, pero es muy útil para la investigación.
Se abre el espectro de investigación, porque se puede leer salteado; o sea, si lo que te interesa es conocer, pues vas y te clavas en los libros o en las obras de teatro o en los antecedentes del mexicano.
Estela Leñero se refirió a un ensayo y una crónica al principio de su libro: “un ensayo que publiqué el año pasado en un libro de arte, que es Mujeres del siglo XX y XXI en el teatro mexicano como un recorrido somero, y la crónica sobre el Segundo Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan, convocado por las mujeres del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Me pareció muy importante la visibilización de las mujeres en esta lucha, y es como un pronunciamiento político, por eso quise agregarlo”. Mencionó la aportación de Alegría Martínez al texto, con el prólogo y su visión, que enriquece mucho este libro.
Tiempo de mujeres en el teatro mexicano del siglo XXI será presentado por Estela Leñero, Rocío Galicia, directora del Centro Nacional de Investigación Teatral Rodolfo Usigli, y Antonio Ramos Revillas el 31 de agosto a las 14 horas en el Foro 2 de la Feria Internacional del Libro de las Universitarias y los Universitarios (Centro de Exposiciones y Congresos UNAM).