Durante una conferencia de prensa este jueves, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, expresó su preocupación sobre los posibles efectos de la reforma judicial propuesta en México, la cual contempla la elección popular directa de jueces.
Salazar, quien ha ejercido la abogacía durante más de un cuarto de siglo y cuenta con una vasta experiencia en los tribunales más importantes de Estados Unidos, incluyendo la Corte Suprema, advirtió que esta reforma podría representar un riesgo significativo para la democracia mexicana.
El embajador destacó que la elección directa de jueces podría debilitar el poder judicial al exponerlo a la corrupción política, un riesgo que considera elevado en el contexto actual. Además, señaló que esta medida podría facilitar que los cárteles y otros actores maliciosos se aprovechen de jueces inexpertos o políticamente motivados.
Salazar mencionó que, durante su tiempo como Fiscal General de Colorado y Senador de Estados Unidos, fue testigo de cómo la independencia judicial es crucial para el funcionamiento de las democracias, y expresó su esperanza de que México mantenga un poder judicial fuerte y libre de influencias políticas.
Reforma judicial podría amenazar relación comercial México – Estados Unidos
El embajador también alertó sobre las posibles repercusiones económicas de la reforma, subrayando que la confianza en el marco legal de México ha sido un pilar fundamental en la relación comercial entre ambos países, especialmente en el marco del T-MEC.
En su opinión, la elección directa de jueces podría generar incertidumbre y amenazar la confianza de los inversionistas, lo que a su vez podría afectar la integración económica de América del Norte.
Salazar destacó que la propuesta actual elimina requisitos importantes para los jueces, como los años de experiencia necesarios para manejar litigios complejos, lo cual, a su juicio, podría debilitar la capacidad del poder judicial para enfrentar casos importantes como extradiciones y disputas comerciales.
A lo largo de sus declaraciones, reiteró el respeto de Estados Unidos por la soberanía de México y expresó su deseo de que cualquier reforma judicial fortalezca la independencia y la integridad del poder judicial en el país.