Titulares

Genotipos de VPH se relacionan con el cáncer de cuello de útero invasivo

Un total de 17 genotipos del virus del papiloma humano (VPH) son causantes de cáncer de cuello uterino invasivo

Un total de 17 genotipos del virus del papiloma humano (VPH) son causantes de cáncer de cuello uterino invasivo, pero con enormes diferencias en su fuerza carcinógena, según concluye un nuevo análisis sistemático realizado por científicos del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), que pertenece a la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

El estudio, publicado en ‘The Lancet’, se basa en una metodología novedosa que compara los genotipos del VPH en más de 110.000 mujeres con cáncer de cuello uterino con los de más de 2,5 millones de mujeres sin cáncer (controles). 

Su objetivo era evaluar qué genotipos del VPH causaban cáncer, así como su poder carcinogénico y su contribución a la carga de cáncer cervicouterino. 

«Este estudio constituye el intento más exhaustivo hasta la fecha de estimar la proporción de cáncer cervicouterino invasivo causado por diferentes genotipos del VPH a escala mundial, regional y nacional», afirma el jefe adjunto de la Subdivisión de Detección Precoz, Prevención e Infecciones del CIIC y autor principal del artículo, Gary Clifford. 

«Estos hallazgos informan directamente las estrategias para la prevención del cáncer cervical invasivo, enfatizando los enfoques dirigidos a través de la vacunación contra el VPH y el cribado», ha señalado. 

En el análisis, se consideró que 17 genotipos del VPH eran causantes de cáncer de cuello uterino invasivo, pero con enormes diferencias en su fuerza carcinógena. 

Los tipos de VPH 16 y 18 causaron aproximadamente tres cuartas partes de los casos de cáncer de cuello uterino en todas las regiones del mundo. Los tipos de VPH 31, 33, 45, 52 y 58 contribuyeron a un 15-20 por ciento adicional de casos. 

Los 10 genotipos causales restantes causaron solo alrededor del 5 por ciento de los casos en todo el mundo, con algunas variaciones regionales notables, incluida una proporción más alta (4%) para el VPH 35 en África que en otras regiones. 

Los ocho genotipos del VPH que presentaron las fracciones atribuibles más elevadas (tipos de VPH 16, 18, 31, 33, 35, 45, 52 y 58) fueron también los más carcinógenos y, por lo tanto, también son objetivos prioritarios claros para su inclusión en las pruebas de cribado basadas en el VPH. 

Otros genotipos del VPH, cada uno de los cuales causa solo una pequeña fracción de los casos de cáncer cervicouterino invasivo, tienen un valor predictivo positivo inferior. La inclusión de estos genotipos en las pruebas de cribado del cáncer de cuello uterino hace que el cribado sea menos eficaz y menos rentable. 

«Estos datos sugieren que las futuras vacunas contra el VPH podrían centrarse en el VPH 35 para reducir las disparidades regionales», afirma el doctor Clifford. «Se podría lograr una prevención eficaz y equitativa del cáncer de cuello de útero centrándose en al menos los ocho tipos principales de VPH en las vacunas y los diagnósticos, especialmente en las regiones con recursos limitados donde la carga es mayor». 

Actualmente, en España, la vacuna ‘Gardasil 9’ ayuda a prevenir la infección de los mismos 4 tipos del VPH que ‘Gardasil’ más otros 5 tipos de los virus considerados de alto riesgo: 31, 33, 45, 52 y 58.