El presidente Andrés Manuel López Obrador retomó el tema del chantaje al que fue sometida la gobernadora electa de Veracruz, Rocío Nahle, y afirmó que fue Televisa la empresa que le pidió 200 millones de pesos a cambio de no publicar información sobre supuestos actos de corrupción en la construcción de la refinería Dos Bocas.
Ayer, durante la conferencia en Palacio Nacional, también señaló a un periódico de circulación nacional de haber participado en esa campaña de desprestigio durante el proceso electoral que concluyó el pasado 2 de junio.
Pero la campaña continúa, ahora con publicaciones en una revista y un periódico que pretenden vincular al director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, y su familia con supuestas adquisiciones, en condiciones ventajosas, de terrenos en zonas cercanas a las vías por donde circula el Tren Maya.
López Obrador planteó que si hay tal situación, la Fiscalía General de la República (FGR) lo tendría que investigar de oficio. Sin embargo, aseguró no tener información sobre ese asunto. Lo que sí sostengo es que hay la intención de desacreditar y calumniar al licenciado Bartlett y al gobierno que represento.
Respecto del chantaje en contra de Rocío Nahle, afirmó: “como no les dio los 200 millones, se le fueron con todo –y hay constancia de lo que estoy diciendo– antes de la elección”.
Incluso, los del bloque conservador crearon un ambiente de que Nahle y el movimiento a favor de la Cuarta Transformación iban a perder la gubernatura de Veracruz. Se reunían con los empresarios y les mostraban encuestas que indicaban que habría un empate con el candidato opositor y que hacía falta nada más el último jalón, que cooperaran y les quitaban dinero, los timaron, afirmó el mandatario.