La estadunidense Simone Biles sumó este sábado su tercer oro en París 2024, y el séptimo título olímpico de su carrera, al arrebatarle la corona de saltos a la brasileña Rebeca Andrade, vencedora en Tokio 2020 y vigente campeona mundial, que se colgó la plata.
De nuevo inalcanzable, Biles recuperó así otro de los oros que ganó en Río 2016 y después no pudo defender hace tres años en Tokio, donde padeció un bloqueo mental, y encabezó un podio que completó su compatriota Jade Carey, quien fue bronce.
Recuperada de la pesadilla de Tokio, el paso de Biles, de 27 años, por París sólo se cuenta de momento en oros. La gimnasta más condecorada de la historia, que suma ya diez medallas olímpicas en total, ha ganado todas las pruebas en las que por ahora ha participado en estos Juegos, a los que el equipo estadunidense de gimnasia bautizó como los de la «redención».
Teniendo en cuenta los títulos olímpicos, la estrella estadunidense iguala ya a la checa Vera Caslavska, quien también sumó siete durante su carrera, y queda a dos de la leyenda Larissa Latynina, quien consiguió nueve, el máximo por ahora en la gimnasia.
Biles, ganadora de 23 títulos mundiales, podría igualarla en caso de que el lunes conquiste también el título en suelo, donde fue campeona en Río 2016, y en viga de equilibrio, en la que acumula dos bronces (uno en Río 2016 y otro en Tokio 2020).
Andrade, de su lado, suma así su tercera medalla en París 2024, tras la plata en el concurso individual y el histórico bronce por equipos al que condujo a Brasil, elevando su palmarés olímpico a cinco medallas, lo que le empata con los mayores medallistas de su país.