Por la asignación de un esquema complementario de seguridad social -pensión- para trabajadores de la Fiscalía General del Estado (FGE), basado en la Constitución, se azuza a un linchamiento mediático y de “manera injuriante me han llamado, en lo menos, gandalla”, recriminó el fiscal, Carlos Zamarripa Aguirre, en su comparecencia ante diputados por su quinto informe de actividades.
Sin mencionar a los diputados de Morena, Carlos Zamarripa acusó que lo han injuriado por reformar el Reglamento Interior de la Fiscalía para otorgar una prestación adicional a ministerios públicos, peritos, agentes de Investigación Criminal y a analistas.
“De manera injuriante me han llamado, en lo menos, gandalla, por supuestamente haberme otorgado una pensión de lujo, inclusive hubo quien se atrevió a señalar que eso era un cobro de piso a la población guanajuatense, nada más cobarde, difamatorio e injuriante”, soltó ante los legisladores de todos los partidos.
El primero de abril, el fiscal publicó en el Periódico Oficial del Estado una reforma al Reglamento Interno de la FGE para adicionar el capítulo VIII, sobre el Sistema Complementario de Seguridad Social.
El capítulo estipula que el Sistema complementará gastos funerarios, becas, gastos médicos, sicológicos, seguro de vida en caso de fallecimiento o invalidez, una prestación al término de la relación laboral y un apoyo complementario con motivo de la jubilación.
La prestación se otorgará cuando se cumpla con al menos 15 años de antigüedad y el personal que no tenga 15 años podrá tener una “gratificación de fidelidad”. Especifica que los beneficios se otorgaran si hay recursos presupuestales.
Cabe mencionar que, el primero marzo, la entonces candidata y ahora gobernadora electa, Libia García Muñoz Ledo, anunció que Carlos Zamarripa y que el secretario de Seguridad, Alvar Cabeza de Vaca, no estarían en su gobierno.
El 13 de junio, ante el pleno del Congreso, los diputados de Morena, David Mendizábal Martínez; y Ernesto Prieto Gallardo, acusaron a Zamarripa de modificar el Reglamento de la Fiscalía para obtener una pensión de lujo “VIP”, indebida, inmoral y poco ética.
Comparecencia
En la presentación que hizo el fiscal dijo que a pesar de los resultados de la FGE hay “burbujas de violencia” porque su trabajo no es la prevención del delito.
Agregó que el personal de la dependencia no solo invierte tiempo, también la integridad física y vida, por eso, desde el 16 de julio del 2008, fue modificada la Constitución para compensar, con esquemas complementarios de seguridad sociales, a quienes invierten décadas de vida en la seguridad y procuración de justicia.
Zamarripa Aguirre lamentó que el esquema complementario no arrope al personal administrativo porque ellos también son blancos del crimen.
El funcionario pidió una disculpa al personal del Ministerio Público, de la Agencia de Investigación Criminal, a peritos y analistas “porque me tarde años en dar instrumentación al esquema del que hablo, sin embargo, si algo sirve en mi descarga, considere que las condiciones operantes en lo pretérito no eran las más adecuadas”.
“Tal vez montado en una pueril ilusión de que esta soberanía -Congreso- actuaria en mérito de ese mandato constitucional, en un mundo sensato, ajeno a intereses egoístas, esa tardanza debería ser el verdadero reclamo, no la crítica mal sana, mendaz e hipócrita por haber emitido un acuerdo que únicamente reconoce y da cuerpo a lo que se reitera constitucional y legalmente”, reprochó el fiscal a los diputados que lo han criticado.
Lamentó que no se mencione que el Sistema Complementario de Seguridad Social tiene acotaciones como la suficiencia presupuestal, que nadie puede alcanzar más del 50 por ciento de su sueldo actual, que se pude alcanzar si se tiene una condición de jubilación en el ISSEG o que haya laborado al menos 15 años en la institución.
A pesar que la Fiscalía de Guanajuato es la mejor de México sus trabadores son satanizados, reprobó.
Carlos Zamarripa manifestó que acepta sus errores, derivados de la imperfección humana, y “obsequio mi respeto a todos, pero jamás mi dignidad, ni la de mi familia”, ni la de los 6 mil trabajadores a quienes “han llamado mis allegados”.