El ejército israelí llevó a cabo una nueva oleada de bombardeos contra la ciudad de Jan Yunis, al sur de Gaza, luego de que la víspera ordenó a los civiles que abandonaran varios barrios de esa localidad y de Rafah, una advertencia que suele realizar antes de grandes operaciones militares. Ayer lanzaron una veintena de proyectiles en la zona.
El nuevo éxodo afecta a unos 250 mil palestinos, en un territorio donde 1.9 millones de personas, 80 por ciento de su población, están desplazadas
La Organización de Naciones Unidas (ONU) aseguró que las evacuaciones a una escala tan masiva no harán más que aumentar el sufrimiento de civiles y las necesidades humanitarias.
Los civiles palestinos de Gaza se han visto sumidos en un abismo de sufrimiento. Sus hogares destrozados, sus vidas trastornadas. La guerra no sólo ha creado la más profunda de las crisis humanitarias. Ha desatado una vorágine de miseria humana, declaró ante el Consejo de Seguridad de la ONU la coordinadora humanitaria para Gaza, Sigrid Kaag.
La gente se ve ante la imposible elección de tener que reubicarse, muchos de ellos por segunda o tercera vez, en áreas que apenas tienen espacios o servicios; o quedarse en lugares donde saben que habrá fuertes combates, lamentó el portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stephane Dujarric, en rueda de prensa.
En tanto, para prevenir brotes de enfermedades en la franja que puedan poner en peligro también a las tropas israelíes, funcionarios de seguridad de Tel Aviv dijeron a la radio estatal Kan que están permitiendo que la compañía de electricidad de Gaza repare los cables dañados durante la guerra en curso y los conecte a la red israelí, por motivos humanitarios. Los funcionarios informaron que el trabajo que comenzó ayer permitirá aumentar la energía eléctrica a una planta desaladora del enclave que es fundamental para que Israel continúe sus operaciones contra Hamas.
Israel informó que, desde el inicio de su operación en Rafah, a principios de mayo, más de 900 terroristas fueron eliminados.
El ejército israelí señaló también en radio Kan que los ojos del mundo, y ciertamente los de Estados Unidos, están centrados en cómo gestionar los aspectos civiles y humanitarios de la operación en Rafah y que con la desaladora funcionando se podrá dar agua potable a la zona humanitaria.
Es verano en Gaza y la necesidad de aumentar el agua potable es acuciante, tanto para beber como para el saneamiento que evite la propagación de enfermedades.
Se profundiza división
Esta decisión profundizó la división en la cúpula política israelí. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, dijo: perdimos completamente la cabeza. Estamos rehabilitando Gaza con nuestras propias manos antes de su desmilitarización, y pidió al premier detener esta locura.
El parlamentario Gideon Sa’ar, del partido Nueva Esperanza-Derecha Unida, criticó la medida asegurando que Israel tiene un gobierno con dos manos izquierdas.
El opositor Avigdor Lieberman, del partido Yisrael Beiteinu (Israel nuestro hogar) comunicó: La decisión que se debía de haber tomado hoy es una separación completa entre Israel y la franja de Gaza. Sin electricidad, sin agua, sin combustible y sin bienes, desconexión total.
Por otra parte, en Cisjordania reocupada cuatro personas murieron ayer en el campo de refugiados de Nur Shams, durante una operación militar que el gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, calificó como una acción contra una célula terrorista que pretendía instalar artefactos explosivos en la zona. Hamas respondió que con estos ataques se busca desalentar a la resistencia palestina.
En tanto, los rebeldes hutíes de Yemen, junto con la milicia proiraní Resistencia Islámica de Irak, informaron de un ataque conjunto con misiles contra la ciudad israelí de Haifa ayer, en represalia por la ofensiva contra Palestina, y advirtieron que estas acciones continuarán hasta que la agresión termine y se levante el asedio contra la franja de Gaza, dijo el portavoz militar de los hutíes, Yahya Sari.
Mientras, en Líbano, también en solidaridad con Hamas, el secretario general de Hezbolá, Hasan Nasrala, advirtió que ningún lugar de la entidad sionista quedará libre de nuestros misiles y drones.
El canciller israelí, Israel Katz, amenazó con destruir a Hezbolá, en una guerra total.
Hezbolá puede contar con el apoyo por todos los medios de Irán y sus aliados del llamado eje de resistencia (Palestina, Siria, Líbano y Yemen) si Israel lanza una ofensiva a gran escala, advirtió Kamal Kharrazi, asesor internacional del líder supremo iraní, ayatolá Alí Jamenei, en declaraciones al diario Financial Times.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, instó a Netanyahu a evitar los choques armados entre Israel y las fuerzas de Hezbolá, previniendo la escalada de la guerra, informó la agencia Afp.
Antes, el periódico estadunidense Político aseguró, citando a fuentes de inteligencia, que los combates a gran escala entre Israel e Hezbolá podrían estallar en las próximas semanas si Israel y Hamas no logran un pacto para el cese del fuego en la franja de Gaza.