Familiares de dos jóvenes secuestrados el pasado 9 de marzo en la comunidad de San Jerónimo Purenchécuaro, municipio de Quiroga, denunciaron que no ha habido avances en la investigación por parte de la Fiscalía de Michoacán, y aseguraron que tres días después de haber presentado denuncia -10 de marzo-, un presunto grupo criminal se comunicó con ellos, pidieron 100 mil pesos de recompensa para liberarlos, que pagaron, pero siguen sin saber nada de ellos.
En conferencia de prensa, los padres de Manuel Saldaña Cisneros y Ramsés González Saldaña, con domicilio en Morelia, dijeron fueron privados de su libertad a las 22 horas en la comunidad indígena de San Jerónimo, junto con tres amigos –los cinco entre 19 y 25 años de edad- cuando un grupo armado los obligó a subir a una camioneta.
Denunciaron que desde que iniciaron las jornadas de búsqueda han recibido poco apoyo por parte de la Unidad Especializada de Combate al Secuestro de la fiscalía estatal, y la respuesta de los agentes del Ministerio Público es omisa.
“Lo único que queremos es que se le dé seguimiento a nuestro asunto. Ya van casi 4 meses y no hay respuesta de la FGE. No sabemos si hay avances o no los hay. Los hemos ido a buscar a la dependencia porque desde hace un mes no nos contestan las llamadas ni los mensajes”, dijo Teomari G., madre de Ramsés.
También pidió que se investigue dónde quedó el dinero que depositaron para el rescate. Dijo que han detectado irregularidades en la integración de la carpeta de investigación, por lo que pidieron a la fiscalía estatal que los tome en cuenta y que les informen.
“Se desconoce quiénes fueron, cómo fue, porque las personas que estuvieron presentes en el momento de los hechos se han negado a hablar para localizarlos y tener indicios”, declaró José M, padre de Manuel. Sostuvo que han hecho investigaciones en la comunidad de San Jerónimo Purenchécuaro, lugar de la desaparición, y aseguró que hay al menos tres testigos que no han declarado y dos, supuestamente, corresponden a autoridades locales, que prefirieron ocultarse en el momento del secuestro.