La justicia británica aplazó este martes su decisión sobre si concede a Julian Assange un último recurso contra su extradición a Estados Unidos, y pidió a Washington más «garantías» sobre el trato que reservaría al fundador de WikiLeaks.
Los jueces de la Alta Corte de Londres dieron un plazo de tres semanas a las autoridades estadunidenses, que quieren juzgar al australiano de 52 años por una fuga masiva de documentos confidenciales.
Con esto, quieren asegurarse que en Estados Unidos, Julian Assange podrá acogerse a la Primera Enmienda de la Constitución estadunidense, que protege la libertad de expresión, y que no será condenado a la pena de muerte, según un resumen del fallo.
«Si no se presentan estas garantías» en ese plazo, Assange podrá apelar su extradición, aceptada en junio de 2022 por el gobierno británico, decidieron los jueces Victoria Sharp y Jeremy Johnson.
Si se ofrecen dichas garantías, entonces se celebrará una nueva vista el próximo 20 de mayo. Los jueces deberán determinar si son o no satisfactorias y si Assange puede o no beneficiarse de un último recurso contra su extradición.
En caso de derrota, a Assange solo le quedará recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para que suspenda la extradición, pero los plazos son muy justos.
Assange es pasible de hasta 175 años de cárcel por ka publicación desde 2010 de más de 700.000 documentos confidenciales sobre las actividades militares y diplomáticas estadounidenses, particularmente en Irak y Afganistán.
Entre ellos se encuentra un video que muestra a civiles, incluidos dos periodistas de la agencia Reuters, muertos por disparos de un helicóptero de combate estadounidense en Irak, en julio de 2007.
Assange fue arrestado por la policía británica en 2019 tras pasar siete años en la embajada ecuatoriana en Londres para evitar su extradición a Suecia en una investigación por violación, desestimada en 2019.
«Última esperanza»
Su esposa, Stella Assange, tachó de «increíble» la decisión del martes, que según ella equivale a solicitar «una intervención política de Estados Unidos».
Numerosas voces pidieron al presidente estadounidense, Joe Biden, que retire los 18 cargos impuestos contra Assange durante el primer mandato de Donald Trump en virtud de una ley sobre espionaje de 1917.
Organizaciones como Amnistía Internacional y Reporteros sin Fronteras piden la liberación de Assange.
«Estados Unidos debe poner fin a su persecución de Assange por motivos políticos, que pone en peligro a Assange y a la libertad de los medios de comunicación en todo el mundo», declaró Simon Crowther, asesor jurídico de Amnistía Internacional.
Rebecca Vincent, directora de campaña de Reporteros sin Fronteras, estimó que el fallo del martes da «una última esperanza» de que Reino Unido haga justicia.
En las últimas semanas, los familiares y allegados de Assange, recluido durante cinco años en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en Londres, han alertado del deterioro de su salud.
Su defensa también advierte sobre el riesgo de suicidio en caso de extradición.
El australiano se ausentó por razones médicas de las audiencias de febrero, a las que acudieron decenas de simpatizantes para expresarle su apoyo.