El viernes 15 de marzo, cuatro polleros secuestrados en Toluca fueron localizados al sur de la entidad a bordo de una camioneta Renault Dubster, ésta es propiedad de uno de los hombres que fue levantado por La Familia Michoacana tras el enfrentamiento en Texcapilla, cuando un pueblo se rebeló contra el crimen organizado.
Así lo confirmó un familiar de Héctor Martínez Cruz, dueño de la camioneta que era conducida por presuntos integrantes de la Familia Michoacana, aunque ninguno fue detenido.
El hecho de ver la camioneta en las noticias y que las autoridades les confirmaran sus sospechas, le dio esperanza a los familiares de Héctor por lo que esperan que sea devuelto tal y como sucedió con los polleros.
El 8 de diciembre de 2023, los pobladores de Texcapilla, comunidad de Texcaltitlán, fueron citados por la célula de El Payaso en los campos de la zona para discutir un aumento en los cobros de derecho de piso.
Debido a que las malas cosechas no les iban a permitir pagar la extorsión, los integrantes del crimen organizado amenazaron con matar a mujeres y niños, abrieron fuego en contra de los pobladores y comenzó lo que fue catalogado como la rebelión de un pueblo contra el crimen organizado.
Catorce personas murieron en total, diez del cártel, por lo que los rumores de venganza provocaron un éxodo de Texcapilla.
Pero ese día, en que la sangre bañó los campos de fútbol y se puso el reflector en el dominio del crimen organizado en la zona sur del Edomex, así como su forma de operar, Héctor Martínez Cruz no estaba en Texcaltitlán.
Días después se dio a conocer que 14 personas habrían sido privadas de la libertad, pero entre los nombres y las fichas de recompensa que se emitieron el 27 de diciembre por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, no está el de Héctor.
“Nosotros no sabíamos nada de la reunión, sí tenemos negocios, una tortillería y estaban al corriente con ellos (La Familia Michoacana), él trabajaba en Coatepec, no estábamos en Tizca (Texcaltitlán)”, comentó un familiar de la víctima de desaparición forzada.
El joven de 26 años fue privado de la libertad el 10 de diciembre después de haber ensayado con una banda que apenas estaba despegando en sur mexiquense, Los Auténticos del Pueblo.
A las 16:48 se comunicó con su familia para avisar que iba de camino a casa, a esa hora también fue su última conexión en WhatsApp y, desde entonces, nada se sabe de Héctor Martínez Cruz.
Héctor, además de baterista, es ingeniero mecatrónico y trabajaba como conductor de un camión que lleva flores desde Coatepec a la Central de Abasto de Toluca. Un hombre descrito como trabajador, honrado y empático por sus familiares y vecinos.
Héctor es una persona maravillosa, maravillosa es corto, no hay persona que lo conozca que no diga que es noble, nadie se lo explica.
El joven que se preparaba para cantarle las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe con su banda, también estaba preparándose para casarse y crear su propia familia, pero esos sueños que compartía con quienes lo aman, están en pausa debido a que fue retenido por una célula del crimen organizado que tomó venganza contra el pueblo de Texcapilla.
“Si él pudiera leer esto, le diría que no ya no aguanto sin él, que lo estoy esperando, lo estamos esperando, su mamá, su familia, yo, le estamos echando ganas para que no esté preocupado para que cuando regrese no sienta que todo se desmoronó, para que cuando regrese esté bien, mejor, y no te tenga que preocuparse por nada más, más que por ser feliz”.
A tres meses y 13 días de su desaparición, su familia le espera en casa, creen que, debido a que ya regresaron a las mujeres y niños de la familia Huicochea, secuestrada cuando intentaban huir de Texcapilla, y a los polleros, Héctor podría volver, aunque saben que no con el apoyo de las autoridades.
A las autoridades les diría que no me importa si es show, si es real, que ya, ya por favor, lo traigan de regreso. Además, la familia de Héctor lanzó un llamado al crimen organizado: “Obviamente no estoy en posición de pedir o exigir sólo quisiera que nos dieran tranquilidad, una fecha, que nos aseguraran que está vivo”.
También lamentaron que no sólo faltan siete personas por las que sí se ofrece una recompensa de 500 mil pesos a quienes den información que sea útil para su localización, sino que de Texcaltitlán faltan más personas, al menos 10 más, todas secuestradas tras el enfrentamiento en Texcapilla, cuando una comunidad se cansó de estar bajo el yugo de la extorsión de La Familia Michoacana.