La falta de agua en colonias y municipios de la entidad ha derivado en una serie de protestas y bloqueos para exigir al Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Soapa), dependencia del gobierno estatal, regularizar el suministro.
La falta del líquido varía dependiendo la zona: de 20 a 25 días y hasta 30 y 39, según una gráfica que el gobernador Salomón Jara Cruz mostró en conferencia de prensa, y atribuye este problema principalmente a fallas en tuberías, pozos y maquinaria.
Sin embargo, el tiempo sin el recurso ha aumentado en algunas zonas, pues en el centro, donde suelen padecerlo entre 20 y 25 días, esta vez fueron 37 y el Soapa ofreció como solución colocar un tinaco de 10 mil litros en algunas colonias, entre ellas la Santa María, en el centro histórico de la capital.
Los colonos rechazaron la propuesta de manera unánime, como ocurrió en el recién nombrado barrio mágico de Jalatlaco, donde los lugareños también se opusieron.
En otros sectores de la ciudad se ha aceptado el programa, no obstante, hay muchas quejas, pues la llave de los tinacos se entregó a los comités de vida vecinal, y según los inconformes, hay casos en los que son ellos quienes designan quién puede tomar agua y quién no.
En la colonia Aurora, los vecinos acusaron recientemente que llevaban 40 días sin el servicio de agua potable; reprocharon que mientras la ciudadanía padece esta problemática, a los hoteles y demás negocios no les falta el líquido. Respecto de cómo enfrentan esta situación, residentes de la colonia Monte Albán explicaron que han comenzado a reciclar agua; por ejemplo, la que usan para el lavado de trastes o ropa la reutilizan en el baño. Aun así, el recurso es insuficiente, pues hay momentos en que ya no hay para reusar.
Habitantes reconocen que no se han podido bañar en tres días, o deben ir a la casa de algunos familiares para hacerlo; hay quienes incluso buscan como opción ir a tiendas, gasolineras o restaurantes para hacer uso del sanitario.
Otros han optado por comprar garrafones de agua para bañarse, sobre todo lo hacen para los menores de edad; aunque un obstáculo para ello es el precio de los envases de 20 litros, que varía de acuerdo con la zona, de 15 a 43 pesos.
Antes optaban por comprar pipas de agua, pero ahora prácticamente ha dejado de ser una opción pues los precios se dispararon: el carro cisterna de 3 mil 500 litros aumentó de 500 a mil pesos y la de 10 mil litros llega a 2 mil pesos.
Ante la escasez del líquido, los piperos seleccionan dónde es más conveniente para ellos repartir agua. Rechazan trasladarse a las colonias Aurora y Monte Albán por las subidas pronunciadas.
De acuerdo con el secretario de Gobierno, Jesús Romero, ya se entablaron pláticas con autoridades federales y con transportistas para estandarizar los costos de las pipas: la de 10 mil litros, a mil 300 pesos. Sin embargo, los operadores de los carros cisternas cobran lo que quieren, se quejaron los vecinos.
Romero López advirtió que ya se trabajaba en posibles sanciones, pero a un mes del anuncio, no se ha vuelto a tocar el tema.
Los habitantes de la ciudad de Oaxaca acusaron a la administración estatal de presuntamente tener un negocio con los piperos, ya que critican que mientras la ciudadanía se queda sin agua, los transportistas sí tienen el líquido a su disposición y obtienen ganancias con un bien de la nación.