El quiropráctico es un experto de la columna vertebral y del sistema nervioso. Estudia en la universidad entre 4 y 6 años a tiempo completo (formación de un quiropráctico – AEQ), para tener la capacidad de diagnosticar y corregir problemas en el sistema neuro-músculos-esquelético (problemas de espalda, articulaciones, musculares y neurológicos).
El quiropráctico tiene el objetivo de evaluar el funcionamiento del cuerpo:
A nivel estructural (postura, alineación de las vértebras y otras articulaciones, músculos, pinzamientos de los nervios, accidentes)
A nivel metabólico (el aparato digestivo, la nutrición, el funcionamiento de los órganos, el sistema endocrino),
En su relación con el aspecto mental-emocional (estrés, ansiedad, emociones y pensamientos destructivos).
Si hay dolores, tensiones, molestias, falta de movilidad u otros síntomas, es porque algo en el equilibrio de nuestro cuerpo no está funcionando bien, por eso se manifiesta a través de estas señales que el cuerpo nos envía.
El quiropráctico analiza el cuerpo de forma completa y global para encontrar dónde están las interferencias que nos desequilibran.
Qué es lo que hace un quiropráctico
Cada persona es única, su cuerpo tiene una historia particular, posturas, accidentes, lesiones, enfermedades que han afectado su cuerpo de manera muy específica.
Entonces el quiropráctico empieza con un análisis detallado de cada historia clínica, que ayudará a dirigir el examen físico hacia las zonas afectadas, empezando a entender la conexión entre el dolor y los problemas funcionales del cuerpo.
Luego a través de pruebas físicas, posturales, musculares, articulares y neurológicas, el quiropráctico encuentra las disfunciones que están impidiendo a nuestro cuerpo de estar sano.
A través de la observación, el quiropráctico puede ver la desalineación del cuerpo que indica las áreas en donde hay un problema, que muchas veces no es donde se siente el dolor.
Por ejemplo, si tenemos un esguince en el tobillo y no lo hemos corregido bien realineando las articulaciones que se han alterado así como los músculos, ligamentos y tendones dañados; con el tiempo se van a crear compensaciones en otras áreas del cuerpo como rodilla, cadera, pelvis y columna.
Es muy típico olvidarse de las cosas que han pasado a nuestro cuerpo y solo enfocarse en el dolor o problemas que tenemos actualmente, no viendo la relación con todo el resto.
El quiropráctico entonces analiza el cuerpo en su globalidad y corrige las disfunciones que aparentemente no tienen relación con nuestros síntomas, pero que en realidad están provocando una disfunción en el cuerpo y causando nuestro dolor.
Cómo trabaja un quiropráctico
El quiropráctico utiliza mucho la palpación y debido a que usa las manos todo el día, desarrolla una capacidad de sentir, a través del tacto, las disfunciones articulares y musculares del cuerpo.
Pueden sentir la tensión y como está distorsionando el cuerpo y provocando un desequilibrio, que luego se manifiesta como dolor o síntomas que avisan de este desequilibrio.
Toda esta información permite al quiropráctico saber dónde y cómo corregir el cuerpo. Entonces, tras haber explicado los resultados del examen físico, el quiropráctico empezará la corrección (ajuste quiropráctico).
Corregir las disfunciones de nuestro cuerpo se hace a través de manipulaciones específicas de las vértebras y otras articulaciones que no están bien alineadas y moviéndose correctamente (subluxación vertebral).
Esta corrección de los músculos que están dañados, débiles o contracturados, se realiza con presiones que corrigen las fibras de estos tejidos y liberan a los nervios que están pinzados gracias a movimientos que permiten darle más espacio y entonces funcionar correctamente.
Además el quiropráctico puede mejorar el funcionamiento de algunos órganos a través de manipulaciones viscerales y aconseja sobre los cambios necesarios en tu estilo de vida para mantener en equilibrio del cuerpo.
Aquí es donde la responsabilidad está en tus manos.
Mantener un estilo de vida sano
No podemos pensar que todos nuestros problemas se van a solucionar solo por ver a un experto de la salud, es necesario cambiar la manera en que comemos, nos movemos y pensamos, para equilibrar nuestro cuerpo.
Si no eliminamos los malos hábitos que han creado un desequilibrio en nuestro cuerpo, con el tiempo a través de malas posturas, falta de ejercicio físico, estrés y comer mal, los problemas se van a presentar de nuevo.
El quiropráctico te guiará gracias a su experiencia y entendimiento del cuerpo, a comprender porque tienes que cambiar algunos aspectos de tu vida y cómo hacerlo.
El camino hacia la sanación requiere tiempo y energía, pero es esencial si queremos vivir bien, disfrutando de la experiencia de la vida y en armonia con nuestro cuerpo.
Empieza a cuidar de tu salud
Si tienes dolores o disfunciones que no se resuelven, o quieres mejorar el funcionamiento de tu cuerpo y mejorar tu salud a nivel estructural, metabólico y mental-emocional, entonces te invito a reservar una primera visita conmigo, en el centro quiropráctico Gandi en Barcelona y así empezar a corregir estos desequilibrios.