La narradora y escritora recibió un homenaje en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
Amigos y colegas se reunieron este domingo en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes para rendir homenaje a la escritora Margo Glantz.
La autora de Viajes en México, crónicas extranjeras, compartió con el público sus antecedentes, destacando que siempre pensó en la libertad de escribir, y aderezó su charla con el propósito de su obra ficcionaria Las mil y una calorías.
“No escribí lo que escribí porque quería estar en contra de otros escritores, sino porque fue algo que pude escribir…; y cuando decidí que yo publicaba, nadie quiso publicarme, lo cuento siempre, ya lo conté como 815 veces. Lo publique a cuenta de autor porque nadie quería publicarme, ese engendro de novela, Mil calorías novela dietética“.
Recordó que fue dietética porque “estaba en Estados Unidos, con mi hija menor, comía muchas galletas… Entonces decidí hacer una novela dietética para que me ayudará a bajar de peso, entonces digamos que eso es muy importante, y por eso escribí para bajar de peso, seguro pensé más en mi libertad”, agregó la creadora literaria.
Tras escuchar la lectura de la actriz Alejandra Maldonado, agradeció y reconoció: “oírme me da un poco de nausea, pero también me parece interesante, que de repente oigo algo de lo que escribí y que no me parecía que lo hubiera escrito, pero si lo escribí, ni modo, ahí está…”
La galardonada con la Medalla de oro Bellas Artes (2010), el Premio Magda Donato 1982, el Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores 1984, el Premio Nacional de Artes y Ciencias, en el área de Lingüística y Literatura (2004), y el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español (2022), entre otros reconocimientos, comentó que actualmente trabaja en sus memorias.
Escritura y juego
En homenaje a Margo Glantz, estuvo acompañada por Julia Santibáñez y Jazmina Barrera; el editor y promotor cultural Philippe Ollé-Laprune; con moderación de Julieta García González.
Phillipe Ollé-Laprune, escritor con quien Margo Glantz tiene una amistad de más de 28 años, destacó que la relectura de su obra da cuenta de características particulares y elementos que quizá no estarían tan presentes.
“Empezaste tu obra literaria relativamente tarde. Antes habías publicado textos de tipo académico, el trabajo literario tomaste el tiempo, quizás tuviste la madurez de empezar cuando ya tenías una voz. No querías parecerte a otros textos que existían, estabas buscando ese tono”, indicó.
Mencionó que siempre tuvo la presencia de la literatura en su vida al estar rodeada por múltiples autores, y que uno de los elementos de su escritura que destaca es la escritura en primera persona: “Has querido plantear tu pluma en este yo narrativo, no por coquetería o por hacer algo distinto. Creo que es ahí donde tu mano está más cerca de tu mente, que realmente te implica un trabajo total de escritora”.
También destacó otros elementos que existen en la obra de Margo Glantz, como el sentido del humor, el juego entre escritura y cuerpo, la escritura fragmentaria, así como la obsesión y la repetición.
En su intervención, Julia Santibáñez habló sobre el elemento de la conjunción, que permite entender la escritura de Margo Glantz y que, en buena medida, es también una de las posibles lecturas a su literatura.
Jazmina Barrera habló de la importancia de la obra de Margo Glantz para la nueva generación de escritoras.