Desde 1983 que Bob Cook trabajaba en la empresa de artículos de oficina de su hermano llamada Sun Remarketing. Se trataba de una tienda ubicada en el estado de Utah, en el oeste de Estados Unidos, que destacaba por ofrecer calculadoras electrónicas de diversos fabricantes. A finales de la década, como cuentan en Xataka México, Bob descubrió un prometedor negocio: convertirse en distribuidor de Apple Computer, Inc.
En aquella época, Apple era una empresa relativamente nueva. Fundada en 1976 por Steve Jobs, Steve Wozniak y Ronald Wayne, su Apple II, lanzado en 1977, ya se había hecho un hueco en el incipiente mercado de la computación personal. Y este ordenador, precisamente, fue el que Bob incluyó en el catálogo de Sun Remarketing, aunque las cosas no salieron como esperaba y las ventas fueron decepcionantes.
De vender ordenadores nuevos a vender ordenadores usados
Según cuenta The Verge en un documental, Bob empezó a buscar nuevas oportunidades comerciales y decidió hacerle una propuesta a Apple. El empresario se había enterado que la compañía de Cupertino estaba retirando todos los Apple III que habían utilizado internamente, por lo que propuso recibir todos esos equipos en consignación para venderlos. Así que pasados unos días, Bob tenía 3.500 Apple III en su empresa.
El Apple III, discontinuado en 1984, se había convertido en un fracaso comercial frente a las estupendas ventas del IBM PC. Si tenemos en cuenta esto, la propuesta de Bob era un auténtico win-win para las partes, ya que ambas ganarían algo de dinero en base a equipos que no tenían atractivo comercial y estaban quedándose obsoletos. El trato resultó ser un éxito y la próxima vez fue Apple la que le hizo una propuesta a Bob.
Bill Campbell, el responsable de marketing de la compañía de Cupertino, habló con el comerciante y le dijo que estaban tan satisfechos con su trabajo que querían que también vendiera los Apple Lisa que tenían almacenados. El ordenador Lisa había sido otro fracaso de Apple. La propuesta era interesante, pues se trataba de un equipo con interfaz gráfica de usuario fácil de utilizar, pero su precio era de 10.000 dólares.
De esta forma, Apple envió a Sun Remarketing 7.000 ordenadores Lisa, pero muchos de ellos simplemente no funcionaban. Según cuenta el propio Bob, algunos equipos directamente carecían de ciertos componentes. Frente a este escenario, Bob invirtió miles de dólares en reacondicionar los equipos e incluso los ofreció con un sistema operativo llamado MacWork Plus! que emulaba al del Macintosh Plus.
Sun Remarketing rebautizó los Apple Lisa como Lisa Professional y, además, incluyó sustanciales mejoras de hardware. ¿El resultado? Las ventas de estos equipos se dispararon y el modelo de negocio de reciclaje de hardware, prácticamente desconocido en este momento, adquirió tal notoriedad que Bob fue entrevistado por varias revistas, entre ellas Newsweek. Su acuerdo con Apple había sido un éxito.
Pero lejos de que los buenos tiempos continuaran, en 1989 recibió una llamada de Apple. No se trataba de Campbell ni de otra persona con la que hubiera hablado antes. La compañía le avisaba que ejecutaría una cláusula del contrato para recuperar los ordenadores Lisa que Sun Remarketing había recibido bajo concesión. Apple retiró los ordenadores de la empresa y los arrojó en el vertedero de Logan, en Utah.
Bob nunca supo los motivos detrás de aquella decisión de Apple y fue parte de Sun Remarketing hasta que la empresa fue vendida a Cherokee Data en 2006. The Herald Journal señala en un artículo publicado en 1989 que Apple podría tener más beneficios destruyendo los Apple Lisa que vendiéndolos. Esto se debía principalmente a beneficios derivados de las normativas fiscales para productos obsoletos.