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Champions League: Dejan napolitanos y catalanes la moneda en el aire

Barcelona igualó como visitante 1-1 ante Napoli, encuentro de ida válido por los Octavos de Final de la UEFA Champions League 2023-2024, celebrado este miércoles en el Estadio Diego Armando Maradona. 

El conjunto blaugrana se puso adelante en el marcador al minuto 60, gracia al gol del polaco Robert Lewandowski; sin embargo, poco duró la ventaja culé, toda vez que el nigeriano Victor Osimhen igualó los cartones al 75′. 

Esta eliminatoria se decidirá el martes 12 de marzo, cuando tenga lugar el partido de vuelta en el Estadio Olímpico de Montjuic, donde el conjunto de Xavi Hernández buscará imponer su condición de lugar y asegurar un lugar entre los ocho mejores equipos del continente. 

Barsa jugó muy bien hasta la mitad del segundo tiempo, cuando empezó a bajar revoluciones y se dejó empatar en el único tiro a puerta de los napolitanos en todo el choque, en otra demostración de que el conjunto culé quiere más de lo que puede dar. 

Mala suerte para algunos, malas vibraciones para otros. Quizá falta de confianza para todos. El Barsa no está fino en las áreas y este empate lo confirma, ya que llegó a jugar de notable alto en la primera parte y de bien al inicio de la segunda, con solo un gol en su haber. Y, por contra, recibió gol en el único tiro a puerta de un Nápoles que también confirmó que está lejos de su mejor nivel. 

Queda todo abierto para el partido de vuelta en Montjuïc, que será decisivo. El Barsa obtuvo un resultado bastante bueno en Nápoles, pero dado el día a día de este equipo, no sirve para despertar de la pesadilla. De hecho, ese infortunio, ese bloqueo mental que tienen los de Xavi en varios partidos, estuvo presente en el Stadio Diego Armando Maradona. 

Un ’10’ que obró desde el cielo para que dos de sus exequipos empataran. Quizá así se entienda que el Nápoles no haya perdido un partido en el que apenas hizo nada en ataque y del que sacó un resultado que les deja vivos para Barcelona, gracias a un gran gol, en su única acción liberado, de Victor Osimhen. Recorte a Iñigo Martínez, tiro de primeras y Ter Stegen vendido. 

Lástima de final de choque, unos 20 minutos finales en los que el Barsa volvió a jugar con miedo, con indecisiones e imprecisiones. Y le costó el empate cuando, visto el partido previo a lo ahora descrito, el duelo era blaugrana cien por cien y con ocasiones claras como para irse a casa con victoria y una sonrisa de oreja a oreja. Pero no estuvo la fortuna del lado ‘culer’, que tuvo en botas de Ilkay Gündogan la última gran ocasión del partido, con tiro desviado por muy poco que tocó la red lateral y engañó a muchos napolitanos. 

No entró ese balón, como tampoco ninguno de las cinco buenas ocasiones que tuvo el Barsa en los primeros minutos. Con una gran presión, con robos en la zona de salida napolitana, y tres tiros claros entre palos que detuvo un excelso Meret el Barsa empezó a hacer soñar a sus seguidores. Realmente el juego fue bueno, con pequeños destellos de gran calidad, pero no llegó el gol. 

Y eso que, por ejemplo, en el minuto 22 hubo una doble ocasión que, de estar el Barsa con otro chip mental, hubiera significado la apertura del marcador, en una u otra jugada. Pero ni Robert Lewandowski, en un remate al primer toque a centro de João Cancelo desde la izquierda, ni el posterior tiro lejano de Ilkay Gündogan, desviado a córner por Meret, hicieron diana. 

Tras el descanso, con el 0-0 inicial, el Barsa ya no salió a morder tanto. Quizá el primer gran error. Aún así, ‘Gündo’ tuvo el primer tiro a los 4 minutos de la reanudación y el Barsa, en el 60′, por fin vio puerta gracias a ‘Lewangol’, que demostró que todavía tiene chispa y lleva ya cuatro goles en los últimos cinco encuentros. 

El polaco se aprovechó de la magia de Pedri, que filtró un pase precioso con túnel incluido que el ‘9’ controló con el pie derecho, orientado, para esperar turno para marcar. Y lo hizo escorando el balón al palo derecho de Meret, esta vez batido sin poder hacer nada más que soplar y lamentarse viendo pasar el balón. 

Pedri también lo probó de lejos, pero a Meret ya no se le escaparon más balones. Y, por contra, un cuarto de hora después del gol de Lewandowski, el Nápoles del recién llegado Francesco Calzona vio la luz gracias a Osimhen. Hasta entonces, el delantero estuvo muy bien marcado. Con una línea defensiva blaugrana mucho mejor que en anteriores partidos. 

Pero el error defensivo habitual de esta temporada volvió a aparecer y a condenar al equipo. Osimhen, en la primera vez que recibió en el área, marcó. Era también la primera ocasión del Nápoles; y gol. Se giró y chutó el delantero nigeriano, con la diestra, engañando a un Ter Stegen que estuvo cerca de desviarla con el pie para marcar y acto seguido irse al banquillo. 

A partir de ahí, un Barsa diluido y con temblores de piernas se apagó antes de tiempo y se fue del Stadio Diego Armando Maradona con poco premio para lo puesto en liza en buena parte del partido. Será en marzo, en Barcelona, cuando la ‘Champions’ ponga a los vigentes campeones de LaLiga y de la Serie A, ambos con problemas en sus actuales campeonatos domésticos, en su sitio.