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Cómo saber si se tiene el suelo pélvico debilitado y cómo fortalecerlo

Lo del suelo pélvico es como lo de Santa Barbara, solo nos acordamos de él «cuando truena». Somos conscientes de su existencia o, al menos, sabemos que anda ‘por el bajo Manhattan’, como decía Samantha en ‘Sexo en Nueva York, pero no tenemos ni idea de las misiones tan importantísimas que cumple hasta que, un mal día, nos dicen que lo tenemos debilitado y que, en el mejor de los casos, nos tenemos que poner las pilas para evitar pasar por quirófano. 

«El suelo pélvico sigue siendo el gran desconocido. Incluso ahora que está de ‘moda’, seguimos pensando que es algo que está «ahí abajo» y que algo tiene que ver con las pérdidas de orina, pero seguimos sin tenerlo muy claro,» explica Arantxa Saldise, fisioterapeuta experta en Salud Íntima Femenina. 

¿Qué es, entonces, ese misterioso suelo pélvico del que tanto se habla ahora? «El suelo pélvico, como tal, es el conjunto de fascias, músculos, ligamentos, etcétera que cierran la pelvis en su parte inferior. Frecuentemente, creemos que se trata de un único músculo que corta el chorro del pis cuando realmente consta de unos 20 músculos y tiene variedad de funciones», aclara Saldise. 

Como experta en Salud Íntima Femenina o Suelo Pélvico, no obstante, esta especialista es más partidaria de hablar del Compartimento Abdómino Lumbo Pélvico o CALP que de suelo pélvico. «La gestión de las presiones abdominales influyen directamente en el suelo pélvico y trabajar el CALP es mucho más completo que centrarnos en el suelo pélvico propiamente dicho. Estructuras como el diafragma, el abdomen y la columna lumbar también son de especial importancia para la salud del suelo pélvico y deben tenerse en cuenta para mejorar problemas o disfunciones del mismo». 

FUNCIONES DEL SUELO PÉLVICO 

Efectivamente, una de sus funciones es «la continencia, gracias a ella controla los esfínteres que a su vez controlan el pis, los gases y las heces». Según el Observatorio nacional de incontinencia (ONI), el 25% de las mujeres, a partir de 35 años, sufre incontinencia y el porcentaje se eleva hasta el 50% a partir de los 65 años. «O sea, que hablamos de que una de cada cuatro mujeres, a partir de los 35 años, y una de cada dos, a partir de los 65, sufre o sufrirán escapes de pis». 

Aunque se vivan en silencio debido a esa vergüenza que, todavía hoy, siguen generando, «alrededor del 75% de las mujeres sufrirá pérdidas en algún momento de su vida y la mayoría se resignarán, por desconocimiento o vergüenza, sin saber que la mayor parte de los casos tienen solución». 

Pero todavía hay más: «casi el 30% de las mujeres sufren estreñimiento, que, cabría señalar, es una de las causas más frecuentes de prolapsos». 

Más allá de esa importantísima función de continencia, el suelo pélvico ejerce una labor sexual esencial, «ya que controla la sensibilidad y los orgasmos entre otros». Esto quiere decir, que ¿un suelo pélvico en forma mejora la ‘calidad de los orgasmos femeninos? ¿y los masculinos? «Por supuesto, si nuestro suelo pélvico está más fuerte y tonificado, nuestra vagina no estará distendida o abierta y nuestros orgasmos serán mejores, más fáciles de conseguir y más placenteros. Si estos orgasmos se producen por penetración, nuestra pareja también sentirá más placer al sentir un suelo pélvico más fuerte y tonificado». 

Más allá de intensificar nuestro placer, el suelo pélvico también se encarga de «la sujeción de los órganos pélvicos e influye en el equilibrio de la parte superior con la inferior del cuerpo». Además, juega «un papel importante en el parto, ayudando a que salga la cabecita del bebé si el tono del suelo pélvico es adecuado y favoreciendo el conocido reflejo de eyección». 

SEÑALES DE QUE TENEMOS UN SUELO PÉLVICO DEBILITADO 

El debilitamiento del suelo pélvico puede manifestarse de diversas formas. Algunas de las señales de alarma más comunes, según esta fisioterapeuta, son: 

Incontinencia urinaria: «»La pérdida involuntaria de orina al toser, estornudar, reír, correr, saltar o levantar objetos pesados puede ser una señal de que el suelo pélvico está debilitado. Aunque esto ocurra ocasionalmente o sea tan sólo una gotita. 

Dolor o incomodidad durante las relaciones sexuales: «El debilitamiento del suelo pélvico puede hacer que estos músculos no se contraigan adecuadamente, lo que puede causar dolor durante las relaciones sexuales». 

Dificultad para llegar al orgasmo: «Al igual que el apartado anterior, si no hay contracción muscular y/o la vagina está muy distendida (abierta) es posible que cueste más llegar al orgasmo o incluso que no se consiga. Siendo difícil sentir placer en las relaciones». 

Sensación de pesadez en la pelvis: «Una sensación de pesadez o presión en la pelvis puede ser un signo de debilidad del suelo pélvico». 

Prolapso de órganos pélvicos: «El debilitamiento del suelo pélvico puede provocar la caída de los órganos pélvicos, como el útero, la vejiga o el recto, hacia la vagina. Suele aparecer una sensación como de tener algo en la vagina o incluso sentir, ver o tocar un bulto según el grado en que se encuentre el prolapso». 

CONSEJOS PARA MANTENER UN SUELO PÉLVICO FIRME 

Estos son los cinco consejos de Arantxa Saldise para prevenir, mejorar y tonificar el suelo pélvico: 

1. «Cuida tu postura. Mantente autoelongada, como si crecieras». 

2. «Realiza ejercicios de Kegel. Se tratade contraer y relajar tu suelo pélvico. Eso sí, es importante los realices correctamente y no empujes tu suelo pélvico». 

2. «Realiza una precontracción de tu suelo pélvico ante los esfuerzos. Antes de cargar peso o estornudar, por ejemplo». 

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3. «Tonifica y cuida tu abdomen. Activa y trabaja tu abdomen y transverso, ya sea con ejercicios abdominales adecuados y respetuosos con tu suelo pélvico, con hipopresivos, con el tronco o método 5p o cualquier ejercicio para mejorar el core que no lastime el suelo pélvico». 

4. «Respira. Dale movilidad a tus costillas y suelta el aire al realizar esfuerzos para proteger tu suelo pélvico».