El sérum es un producto de rápida absorción y de alto contenido en activos, que penetra en las capas más profundas de la epidermis. De textura ligera, su función principal es dejar la piel hidratada y rejuvenecida, para complementar el efecto de cremas u otros productos cosméticos. Se recomiendan para todas las edades y para cualquier tipo de piel, ya que tratan capas a las que otros productos no llegan. Conocé cómo se usa y cuáles son los tipos de serum para cada piel.
En los últimos años, la mayoría de las marcas desarrollaron sus sérums, así que existen en el mercado muchos tipos, clasificados según su composición y el efecto que queremos lograr en la piel. Entre los más vendidos están los que tienen vitamina C, los de efecto antiage, reparador, remodelador, reafirmante, hidratante, los antimanchas, para contorno de ojos y para pieles acneicas. A la hora de elegir uno, hay que tener en cuenta factores como la edad, el tipo de cutis (graso, mixto o seco) y las necesidades específicas de la piel.
DISTINTOS TIPOS DE SÉRUM
Con vitamina C: ayudan a contrarrestar los daños de los radicales libres y a iluminar la piel.
Antiage: de poderosa acción antioxidante, también estimulan la producción de colágeno y elastina, muy necesaria para eliminar líneas de expresión y disminuir arrugas.
Reparador: de uso nocturno, están diseñados para impulsar la actividad celular mientras dormimos para que, por la mañana, la piel luzca reparada, descansada y saludable.
Remodelador: además de rellenar arrugas, remodela la piel, redefine el óvalo facial y produce un efecto lifting visible e instantáneo.
Reafirmante: combate la pérdida de firmeza. Resulta óptimo para pieles maduras.
Hidratantes o con ácido hialurónico: permiten que la piel permanezca hidratada más tiempo.
Antimanchas: ideales para tratar las irregularidades en la pigmentación, poseen componentes que reducen en un alto porcentaje la apariencia de las manchas oscuras.
Para contorno de ojos: contienen un vehículo que permite una mejor penetración de sus poderosos ingredientes para luchar contra las líneas de expresión, además de reducir la hinchazón de bolsas y ojeras y reafirmar y mejorar la piel de esa área.
Para acné: quitan las marcas, pero también desobstruye los poros y afina la textura de la piel, dejándola súper suave.
¿CÓMO SE USA EL SERUM?
El sérum puede aplicarse por la mañana o por la noche, o solo una de las dos veces, pero siempre con la piel limpia. Después de la higiene se usa un tónico y, recién entonces, el sérum. La idea es que no exista una barrera como podría ser una crema entre la piel y los activos del producto, para que no se dificulte su absorción. Luego va el contorno de ojos y la crema hidratante. Y, en último lugar, el protector solar (sí o sí y durante todo el año), recurso imbatible para evitar manchas y fotoenvejecimiento. Otro dato importante: con dos gotas de sérum se cubre rostro, cuello y escote, así que no es necesario aplicar demasiada cantidad. Empezá por la parte interior del rostro y hacé movimientos circulares hacia la parte exterior. Es importante que se absorba bien antes de seguir con el siguiente paso.
Siempre que tengas dudas, recomendamos que siempre lo consultes con un médico especialista, para que te evalúe de manera profunda, haga un diagnóstico y recomiende los productos o tratamientos indicados según tu problemática.