Titulares

‘No vayas a clase mañana’, una historia de amistad que sucede un día antes de un tiroteo

Hartos del acoso escolar, Jorge y Emilio -dos jóvenes de 15 años – planean un tiroteo escolar. ¿Cómo llegan dos amigos adolescentes a tal extremo? Bajo la dirección de Diego Barragán, No vayas a clase mañana es más que una película sobre un acto de violencia extrema, es también la historia de una amistad que se pone a prueba. 

“Cuando vez el lado humano de las personas entiendes un poco su comportamiento”, advierte el realizador en entrevista y agrega que el filme recién estrenado en salas mexicanos pretende mostrar la lucha interna de dos adolescentes quienes se sienten solos en el mundo, “es una invitación a escuchar al otro y a reflexionar sobre el poder de la amistad y de cómo las conexiones humanas pueden actuar como salvavidas cuando sentimos que el mundo nos ha dado la espalda”. 

¿Cómo nace No vayas a clase mañana? 

Diego Barragán: Después de hacer comerciales y videoclips nos sentimos capaces de hacer una película. Yo tenía muy claro que quería contar la historia de un joven que va en camino de convertirse en adulto. Cuando estaba en la preparatoria me obsesioné con el caso de Columbine: dos jóvenes que cometieron un infame ataque en los noventa, en particular me interesó el documental de Michael Moore (Masacre en Columbine), donde se menciona que lo último que hicieron estos adolescentes antes de realizar el tiroteo fue ir a jugar boliche. Me parecía que ahí podía haber una historia interesante. 

Pese al tema que toca, la película tiene cierta ligereza. ¿El hecho de que México no sea un país donde este tipo de episodios sea tan común en comparación con Estados Unidos, es lo que permite esa ligereza? 

Alex Barragán: Cuando empezamos a adentrarnos sobre lo que sucedía en México en esta temática, descubrimos que somos el país número dos en tiroteos al año, la diferencia en relación con Estados Unidos es abismal pero igual vamos tras él. Durante el proceso de escritura sucedió un tiroteo en Monterrey y cuando comenzamos el rodaje hubo otro en Torreón. Al contar la historia consideramos importante tratar de concientizar, de ahí el tono. 

La película muestra la facilidad con que dos jóvenes pueden acceder a un arma. 

DB: En mi casa no hay armas, pero se de gente que las tiene por eso te puedo decir que es muy fácil acceder a ellas, quizá se debe a nuestra cercanía con Estados Unidos. 

¿Cómo cuidar la empatía que el espectador siente hacia los personajes para no terminar haciendo apología de la violencia? 

DB: Teniendo fe o mejor dicho confiando en que si los espectadores veían la película de principio a fin iban a entender el arco de los personajes. Mientras escribía el guion me encontré con personajes a los que les quedaba algo de inocencia, más que justificar la violencia lo que me interesaba era hablar sobre la amistad y el impacto que puede tener en las personas. 

AB: Nos gusta definir la película como una historia de amistad que sucede un día antes de un tiroteo. Ojalá la gente se quede con esto, nos interesaba proyectar una etapa en la que a lo mejor lo que necesitas es un amigo o alguien que te entienda, cuando vez el lado humano de las personas entiendes un poco su comportamiento. 

¿Cómo fue el proceso de trabajo de los personajes? 

DB: La pandemia nos ayudó mucho. Nosotros estábamos listos para filmar en marzo de 2020, pero el confinamiento detuvo todo. Después de un largo proceso de casting, dejamos que los actores incorporaran elementos a sus personajes. 

¿Era importante para ustedes que, como creadores de la película, los personajes les cayeran bien? 

DB: Para mí sí era importante empatizar con los personajes. Si hubiéramos mostrado más el bullying, tal vez para el espectador habría sido más fácil justificarlos, pero no se trataba de eso sino de contar una historia de amistad. 

AB: Más que nos caigan bien, era importante que se sintieran reales, una vez que teníamos eso era más fácil empatizar, por supuesto nosotros no estamos de acuerdo con los tiroteos escolares, sin embargo, sí queríamos dejar en claro que son chicos que están pasando un mal rato. Nos interesaba mostrar su relación con los adultos y la forma en que interactúan. Al mostrar la tarde previa intentamos poner sobre la mesa las piedras que se van sumando en un saquito que un buen día se llena. 

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