‘Cuando eras chiquita, eras muy coqueta, te encantaba salir a la calle con moños grandes’, me cuenta mi mamá desde el asiento del copiloto. A mis 32 años, no pude evitar pensar en coquette. Esta palabra, que proviene del francés, significa eso: coqueta. Es muy probable que en las últimas horas la hayas visto por todos lados, hasta en el pan. No es una exageración. Hace unos días saltó a mi vista la publicación en Instagram de Mariana Figueiredo, prescriptora de tendencias, posando con una baguete envuelta en un moño rosa. No me sorprendió del todo, puesto que el término coquette aesthetic comenzó a asomarse entre las tendencias de TikTok en 2021, aunque cobró mayor popularidad hasta mediados del 2023.
La presencia de los moños que envuelven absolutamente todo se ha vuelto más frecuente en mi feed. Ya vi moños que adornan las uñas, ropa, zapatos, calcetas, peinados, mascotas, papel de baño, rizadores de pestañas, cupcakes, ¡y ahora hasta los hielos quedan envueltos en moños rosas dentro de un vaso de agua! Ya lo advertía un artículo que leí a finales del año pasado escrito por Laura Pitcher en The New York Times. Hablaba sobre cómo los lazos estuvieron presentes por toda la Semana de la Moda –las celebridades e influencers incluidas–, y cuestionaba si en algún momento alcanzarían su punto máximo. Pero, tal como indica, cada vez que parece que lo han hecho, vuelven a surgir. Para mí, esta observación fue muy evidente cuando esta semana Joan Escutia, Social Media Manager de la redacción de Vogue, nos informaba sobre cómo la conversación alrededor de la estética coquette había incrementado exponencialmente en Twitter. Al día siguiente, los memes no faltaron y, Thalia, la cantante mexicana, recordaba en Instagram, ‘antes de que fuera un trend, yo ya era #coquette’, con una serie de fotografías de años atrás en donde lleva moños rosas.
¿Qué significa Coquette aesthetic?
Para entender esta tendencia de 2024 es importante no confundirla con el balletcore, la moda que toma su inspiración en los elementos de la danza de ballet. Tampoco con el cottagecore, que surgió en medio de la pandemia a través de imágenes que invitaban a adoptar un estilo de vida rural desde una perspectiva muy romántica. Ni con el princesscore, que se afianza en un mundo parecido a un cuento de hadas. Aunque, es necesario reconocer que todas estas aesthetics, que han tomado fuerza en los últimos tres años, tienen un mismo hilo conductor: reescriben el concepto de hiperfeminidad. Hablan de la niñez. Buscan romantizar la vida cotidiana. Determinan una forma de pensar. Definen una identidad.
En internet, la estética hiperfemenina se originó en Tumblr durante la década del 2010, aunque por aquel entonces se asociaba más a la estética Nymphet (Lolita), la novela de Vladimir Nabokov publicada por primera vez en 1955. La diferencia con una coquette girl radica en que esta última busca abrazar la parte más femenina sin llegar a sexualizarla.
¿Cómo tener un estilo Coquette?
La ropa y accesorios coquette son extremadamente femeninos. El primer paso para lograrlo puede comenzar con un moodboard. El elemento principal son los moños, y si son rosas, mejor. Añade encaje, perlas, cuellos de bebé, los corazones no están descartados. El peinado con moños y maquillaje en tonos suaves también son esenciales. El lenguaje coquette es hiperfemenino, pero no discrimina edad, raza ni género. Toda persona que se sienta identificada con la tendencia puede llevarla. Piensa en la música de Air y Mazzy Star, las películas Marie Antoinette y The Virgin Suicides de Sofía Coppola, el universo de las colecciones de Simone Rocha y Alexa Chung en la primera fila de sus pasarelas y Lana del Rey como el principal referente. Pinterest y TikTok e Instagram son el lugar indicado para encontrar inspiración, y el street style ya lo ha confirmado.
Desde las pasarelas de esta temporada de Primavera-Verano 2024, la colección de Sandy Liang es un gran referente de la estética coquette. Vemos un conjunto con leggings y minifalda por encima, adornado con un enorme lazo satinado que cae desde la cadera de la modelo, quien también lleva un pequeño moño rosa que inevitablemente agrega un toque infantil a su peinado. La inspiración se extiende a los vestidos con encaje y mangas abullonadas, y los moños satinados sobre un vestido negro. De hecho, la diseñadora confirmó a la editora de moda Sarah Spellings, que durante la creación no pudo dejar de pensar en Cecilia Lisbon de The Virgin Suicides.
Simone Rocha es otra de las firmas que se coloca en la delantera cuando pensamos en coquette. Esta temporada, los moños rosas y azules de su colección se enlazaron con accesorios que cuelgan de la mano y flotan con el viento. Las perlas no quedan excluidas en divertidos bolsos en forma de románticos pasteles nupciales.que va más allá de los moños rosas.
Históricamente, la moda coquette ya se puede observar desde el siglo XVII, específicamente en un retrato de la reina Enriqueta María, donde aparece con un corpiño de satén abrochado con lazos de color coral. Aunque su auge llegó en la época victoriana y se puede observar en el cuadro de James Tissot Too Early (1873), y el detalle en los vestidos de las mujeres que agregaban moños a sus elegantes vestidos.
No es extraño que el reciente auge del coquette aesthetic, venga después de la influencia que Barbie de Greta Gerwig ha generado en nuestra forma de consumo. En los últimos años, la nostalgia no ha dejado de ser el tema principal de la moda y con ella vienen los recuerdos de la niñez y la necesidad de recurrir a ellos como un bálsamo para sanar y conectar con lo que haga falta. Para mí, se traduce en las palabras de mi mamá recordando cómo me gustaba vestir en mi infancia.