Para competir ante los bancos, las pequeñas financieras pusieron en marcha la estrategia de ofrecer productos de ahorro con rendimientos superiores a 10 por ciento, lo cual ha rendido frutos, pues según datos oficiales, en los primeros 10 meses del año las sociedades financieras de ahorro popular (Sofipos) reportaron un crecimiento sin precedente en la captación de ahorro.
Entre enero y octubre, según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el saldo de la captación –los recursos que se obtienen por medio del ahorro de los clientes– de las Sofipos sumó 56 mil 619 millones de pesos, lo que implicó un aumento de 79 por ciento respecto a los 31 mil 609 millones reportados en el mismo periodo del año pasado.
La cifra reportada supone un máximo histórico para el sector de las Sofipos, entidades que tradicionalmente operan en zonas que no son atendidas por la banca comercial. Sin embargo, en los años recientes firmas tecnológicas, mejor conocidas como fintechs, han adquirido algunas instituciones de ese tipo con el objetivo de poder tener más productos en su portafolio.
El caso más notorio es el de Nu, que operaba como fintech y en febrero de 2022 hizo oficial la compra de la Sofipo Akala. A su vez, Stori, otra institución que era una firma de tecnología financiera, en septiembre de este año concretó la adquisición de MasCaja.
Estas instituciones han implementado una estrategia de ofrecer a los clientes un rendimiento en sus cuentas de ahorro de 15 por ciento, mismo que triplica la inflación reportada a octubre (4.26 por ciento) y que es superior a todos los productos tradicionales que ofrece el sistema bancario.
El rendimiento que más se acerca al que ofrecen las Sofipos es el de los Certificados de la Tesorería (Cetes), considerado uno de los productos de ahorro más seguros, y que a un mes ofrece 11.25 por ciento, a tres meses 11.30 por ciento, a seis meses 11.33 por ciento y a un año 11.23 por ciento.
El crecimiento en el saldo de la captación de recursos de las Sofipos en octubre tampoco tiene precedente. Entre octubre de 2021 y el mismo mes de 2022 el alza era de 19 por ciento; entre 2020 y 2021 fue de 8.9 por ciento, y entre 2018 y 2019, el año previo a la pandemia, había una disminución de 3.4 por ciento en el monto de recursos reportados ante el organismo regulador.
El crecimiento de 79 por ciento en los recursos de captación es casi 10 veces superior al reportado por los bancos comerciales en el mismo rubro entre enero y octubre de este año, que fue de 9.8 por ciento, según las cifras del regulador.
Del total de recursos captados por las Sofipos, 65 por ciento o 37 mil 48 millones de pesos son depósitos de exigibilidad inmediata, es decir, aquellos que pueden ser solicitados por los clientes en cualquier momento, y 18 por ciento o 10 mil 719 millones de pesos son depósitos a plazos.
En los depósitos a plazo, los gastos por intereses que desembolsaron las Sofipos hasta octubre fueron mil 992 millones de pesos, mientras en los depósitos de disponibilidad inmediata la cifra es de 288 millones de pesos. La estrategia de las Sofipos consistió en otorgar rendimientos a los clientes por sólo tener guardados sus recursos en sus cuentas de débito, y aunque fueron anunciadas con bombos y tarolas, los términos y condiciones de dichos productos indican que el rendimiento ofrecido termina durante los primeros meses de 2024.
Nu indica en su página que la vigencia de dichos rendimientos es al 15 de abril del próximo año, mientras que Stori culmina dicha oferta el 28 de febrero de 2024.
Pese a que las Sofipos reportan mayor cantidad de recursos en la captación y un crecimiento superior a 60 por ciento en la cartera de crédito, no logran revertir las pérdidas que se comenzaron a dar en enero de 2019.
De acuerdo con la información de la CNBV, hasta octubre, dichas instituciones de crédito tuvieron pérdidas por mil 931 millones de pesos, mientras hasta el mismo mes, pero de 2022, reportaban pérdidas por 750 millones de pesos.
El margen financiero que resulta de la diferencia entre los intereses cobrados a los deudores y los pagados a los ahorradores fue por 10 mil 585 millones de pesos, una cifra 98 por ciento mayor respecto de los 5 mil 326 millones reportados hasta octubre de 2022.