Titulares

Santos de la Torre, wixárica que trasciende fronteras

El artista Santos de la Torre, cuyo nombre wixárika, Motoapohua, se traduce como eco de la montaña, empezó a trabajar el estambre a los 23 años; sin embargo, se consagró por sus murales de chaquira, al grado de que en la estación Palais-Royal-Musée du Louvre, en París, se presenta su obra Pensamiento y alma huichol, todo un universo de deidades, mitos y naturaleza wixárika que ahora puede ser apreciado por 10 millones de usuarios al año. 

La exposición Nube divina, con obra de don Santos, montada en la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), es la primera retrospectiva de un artista wixárika contemporáneo, afirma James T. Ramey, docente e investigador del Departamento de Humanidades de la Unidad Cuajimalpa. En ella, nos sumergimos en su cosmovisión, además de celebrar sus seis décadas de creación. 

Para el especialista, a pesar de que las obras wixárikas suelen ser clasificadas como artesanías, esta exhibición demuestra que Santos es un verdadero artista que ha llevado el arte de su comunidad más allá de sus fronteras tradicionales, para elevarlo a un medio de expresión que revela una profunda conexión con la vida, la tierra y el espíritu. 

En esta retrospectiva, destacan las imágenes de diversas divinidades, verdaderos nierikas; es decir, conexiones potentes con lo divino, elemento especialmente significativo, dado que el pueblo wixárika es de los pocos en México que sigue venerando a sus dioses prehispánicos, señala Ramey. 

Para esta cultura, la representación de un ser divino no es sólo una imagen, sino que se convierte en parte de la esencia de esa divinidad. Con el consumo ceremonial del cacto peyote, estas imágenes cobran vida para el artista y para su comunidad, permitiendo un diálogo entre mundos. 

De la Torre nació en 1942 en Santa Catarina (Tuapurie), Jalisco. Su arte se enfoca en representar a los dioses o ancestros deificados, de Tuapurie, privilegio concedido por los ma’arakate (chamanes) de su comunidad. 

Desde sus primeras obras, realizadas en estambre, hasta los murales de chaquira, Motoapohua ha trazado un camino artístico singular. Su pieza Sonido de músico, compuesta por 100 secciones –se encuentra en una colección particular–, marcó el inicio de su serie de murales de gran formato del que forma parte Pensamiento y alma huichol. 

Su mural más reciente, La luz del mundo: Dos divinidades, mide 3 por 2.4 metros, y está elaborado con 2 millones de chaquiras. Es la pieza central de Nube divina. 

En las obras de la muestra, el expositor integra experiencias personales y visiones místicas, fruto de peregrinaciones y rituales sagrados, para ofrecer una mirada a la memoria ancestral del pueblo de Tuapurie. Su familia ha jugado un papel crucial en la creación de cada obra, desde el trazo inicial hasta la colocación de chaquiras, para así asegurar que cada pieza sea un testimonio auténtico de su legado y visión, agrega Ramey. 

Para el investigador, la persistencia de la veneración a los dioses prehispánicos en Tuapurie, remoto pueblo en la Sierra de los Huicholes, es un fenómeno tan fascinante como si una aldea oculta en los Alpes hubiese mantenido vivos los rituales dedicados a Júpiter o Minerva hasta nuestros días. 

Figuras como Eka Teiwari, dios del viento; Irari mexeira, dios del pensamiento, y las madres de la humedad, la lluvia del norte y el maíz, cobran vida en sus obras, con el fin de mostrar al espectador una insólita línea intacta que conecta el pasado de México con su presente. 

En 2014, el cineasta Nicolás Echeverría realizó el documental Eco de la montaña, que celebra la obra de De la Torre y su defensa de la ruta sagrada a Wirikuta de su pueblo. 

Tanto el Museo Nacional de Arte Mexicano, en Chicago, como el Museo Zacatecano, en Zacatecas, le han comprado murales de gran formato para sus colecciones permanentes. De acuerdo con Ramey, el Museo Zacatecano ha apoyado a Santos de muchas maneras, ya que lo considera uno de los artistas más relevantes de México. De la Torre tiene su taller en Valparaíso, Zacatecas. 

Nube divina permanecerá hasta el 22 de marzo de 2024 en la galería Manuel Felguérez, en la Rectoría General de la UAM (Prolongación Canal de Miramontes 3855, colonia Ex Hacienda de San Juan de Dios). 

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