Tanques israelíes se adentran más en la segunda ciudad de Gaza y empujan a números cada vez más grandes de residentes hacia el sur, que tratan de escapar de la guerra contra Hamas.
Más palestinos huyen de la ciudad de Jan Yunis al intensificarse los ataques militares. La mayoría se dirigen a Rafá, en el extremo sur de la franja, donde, a unos cuantos kilómetros de distancia, una docena de enviados del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas visitan el lado egipcio de la frontera. Ahí, el representante de Ecuador describió la situación en Gaza como aún peor de lo que las palabras podrían describir.
En la visita no participaron representantes de Estados Unidos y Francia, después de que Washington vetó la semana pasada una resolución que demandaba un inmediato cese humanitario del fuego en Gaza… y luego sancionó una venta de emergencia de municiones para tanques a Israel por más de 100 millones de dólares.
Diplomáticos se esfuerzan por encontrar una forma de que entre más ayuda a Gaza, pues la situación en el terreno se vuelve cada vez más catastrófica, en palabras del director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Preveo que pronto el orden público se resquebrajará por completo, y podría desencadenarse una situación aún peor, incluso enfermedades epidémicas y una mayor presión para un desplazamiento en masa hacia Egipto, advirtió el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el fin de semana pasado. Ayer, el gobierno israelí negó que el desplazamiento fuera su objetivo. Su vocero Eylon Levy calificó esa acusación de escandalosa y falsa.
Levy adujo que su país se defiende de los monstruos de Hamas que atacaron Israel el 7 de octubre, donde dieron muerte a mil 200 personas, en su mayoría civiles, y capturaron 240 rehenes, de los cuales 100 han sido liberados. Israel lanzó un ataque aéreo enseguida del ataque de Hamas, apoyado con un bloqueo que ha causado escasez de comida, agua, combustible y suministros médicos. También lleva a cabo operaciones por tierra en el norte y sur de Gaza.
Ayer hubo reportes de fuertes combates entre Hamas y fuerzas israelíes en el norte, donde Israel había dicho que su operación ya se había completado en gran parte. Tel Aviv afirmó que docenas de combatientes de Hamas se habían rendido e instó a que otros se les unieran. El brazo armado de Hamas informó haber disparado cohetes hacia Tel Aviv, donde los israelíes huyeron hacia refugios; en el suburbio sureño de Jolón un hombre de 45 años resultó herido y su estado se reportó de gravedad media.
Hamas emitió nuevas demandas de liberar a prisioneros palestinos de cárceles israelíes y amenazó las vidas de los rehenes que están aún en su poder si no los liberan. Por ahora parece haber pocas esperanzas de otra tregua como la que aseguró la liberación de rehenes durante siete días el mes pasado, la cual dio también un respiro a los residentes de Gaza.
Funcionarios de Naciones Unidas reportan que 1.9 millones de personas –85 por ciento de la población de la franja– han sido desplazados por la guerra y describe como infernales las condiciones en las zonas del sur.
Durante el viaje a Rafá, el representante chino ante la ONU, Zhang Jun, fue inquirido por los reporteros si tenía un mensaje para las naciones que se oponen a un alto el fuego en Gaza. Respondió simplemente: basta ya.
La embajadora de Emiratos Árabes Unidos (EAU) ante la ONU, Lana Nusseibeh, comentó que el propósito de la visita fue enterarnos de primera mano de lo que se necesita en términos de un incremento de las operaciones humanitarias que satisfaga las necesidades del pueblo palestino en Gaza. Hizo notar que no era una visita oficial del Consejo de Seguridad.
Arreglado por EAU, el viaje se da cuando el Consejo de Seguridad negocia una nueva resolución que demande a las partes en pugna permitir el uso de todas las rutas de tierra, mar y aire hacia Gaza y dentro de ella para enviar ayuda. La resolución también crearía un sistema de seguimiento en el interior de la franja, administrado por la ONU.
Se cree probable que este martes la Asamblea General del organismo, de 193 miembros, ponga a votación un proyecto de resolución semejante al que fue vetado por Estados Unidos en el Consejo de Seguridad, demandando un inmediato alto el fuego humanitario en el conflicto.
Los enviados del Consejo de Seguridad se detuvieron primero en la población egipcia de Arish, donde la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) los puso al tanto de la cada vez más precaria situación en la franja. También guardaron un minuto de silencio por los más de 100 miembros del personal de la agencia que han muerto en el conflicto a la fecha.
El grupo viajó después al cruce de Rafá, donde se informó que pasaron a docenas de camiones con ayuda que esperan poder entrar a Gaza.
“Necesitamos ver… atestiguar lo que está ocurriendo y ver qué podemos hacer para atender la situación”, señaló el representante ecuatoriano, José de la Gasca.
