La inscripción de la práctica cultural del género musical del bolero, una propuesta binacional de Cuba y México, en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, fue aprobada en la 18 Reunión del Comité del Patrimonio Cultural Inmaterial de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que se celebra del 5 al 9 de diciembre en Kasana, República de Botsuana.
La propuesta Bolero: identidad, emoción y poesía hechas canción, es uno de los 45 candidatos que los 24 estados miembros del comité están en proceso de evaluar para su inclusión en la lista representativa.
Al aprobar su incorporación, los responsables de la Unesco aplaudieron el expediente bien elaborado por la delegación cubano-mexicana, que incluye un video de buena calidad. Además, presenta un proyecto detallado y bien estructurado de salvaguarda, que explica los desafíos actuales, objetivos y programas para atenderlos. Son medidas desarrolladas en conjunto por los portadores y practicantes de ambos países.
Cecilia Margaona, cofundadora del Instituto Bolero de México (IBM) y coordinadora del proyecto de inscripción, expresó su gratitud a nombre del país. También agradeció a la Unesco por el extraordinario progreso hecho en los pasados 20 años en términos de reconocimiento por medio de la salvaguarda de la herencia cultural intangible y por haber permitido la metodología, la guía y los instrumentos para hacerlo.
La especialista recordó que México ha trabajado a lado de Cuba en aras de esta nominación. Agradeció tanto los portadores como a las instituciones y los promotores que, gracias a su empeño, la han hecho una realidad. Margaona reiteró nuestro compromiso de conseguir que el bolero sea enseñado, preservado y transmitido como una herencia viva.
A su vez, Sonia Virgen, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba, indicó que los mexicanos y los cubanos están emocionados por haber asegurado al bolero, género musical que mantiene un fuerte sentido de identidad musical entre las comunidades de ambos países. Además, se transmite de una generación a la siguiente por medio de sus practicantes, a través de la música, el ritmo y la poética de sus letras. Apuntó que el bolero se ejecuta en muchos otros países latinoamericanos y el mundo.
También presentes en reunión estuvieron Pavel Granados, director de Canal 22 y experto musical, y Orlando Álvarez, embajador de Cuba en Botsuana.
Mediante un video, los asistentes a la 18 reunión, aparte de oír fragmentos de boleros como Lágrimas negras, de Miguel Matamoros, y Quizás, quizás, quizás, de Osvaldo Farrés, ambos cubanos, supieron que sus letras hablan de la vida cotidiana y, por ende, generan arraigo y popularidad en el entorno familiar, vecinal, comunitario y social.
Se dejó claro que las nuevas generaciones de boleristas le han incorporado estilos de composición, interpretación y presentación a grandes públicos, lo que ha permitido su salvaguarda sin abandonar sus elementos estéticos, estilísticos, musicales y dancísticos de la cultura tradicional que los identifica.
El expediente Bolero: identidad, emoción y poesía hechas canción fue presentado por la Secretaría de Cultura federal y el Ministerio de Cultura de Cuba, ante la Unesco, en marzo de 2022.
Los esfuerzos por el reconocimiento del bolero como patrimonio cultural inmaterial en México se remontan a 2015, con la conformación del Instituto Bolero de México (IBM) y su inscripción en el Inventario Nacional en México en 2018. Dos años después el IBM presentó a la Secretaría de Cultura federal la iniciativa para postular la candidatura binacional ante la Unesco, lo que permitió la integración del expediente conjunto con el Ministerio de Cultura de Cuba.
En paralelo, las instancias involucradas en el proceso unieron esfuerzos para el desarrollo de 22 proyectos incluidos en el Plan de Salvaguardia, que se divide en tres ejes temáticos: educación y formación del bolero; identificación y visibilización; y fortalecimiento de las capacidades de portadores para la autogestión y reconocimiento.