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El capitalismo no caduca, solo se transforma: Marcos

El capitalismo no caduca, sólo se transforma y empieza a sustituir al neoliberalismo como coartada teórico-ideológica, con su consecuencia lógica: el neomaltusianismo; es decir, la guerra de aniquilamiento de grandes poblaciones para conseguir el bienestar de la sociedad moderna, afirmó el capitán Marcos, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). 

Agregó que “la lógica del capital es la de la ganancia mayor a la máxima velocidad”, lo que “hace que el sistema se convierta en una gigantesca máquina de desechos, incluyendo seres humanos. En la tormenta, las relaciones sociales se trastocan y el capital improductivo arroja a millones al desempleo y, de ahí, al ‘empleo alternativo en el crimen y a la migración’”. 

En un comunicado, sostuvo que “la destrucción de territorios incluye el despoblamiento. El ‘fenómeno’ de la migración no es el preludio de la catástrofe, es su confirmación. La migración produce el efecto de ‘naciones dentro de naciones’, grandes caravanas trashumantes chocando con muros de concreto, policíacos, militares, criminales, burocráticos, raciales y económicos”. 

Cuando se habla de migración, abundó, “se olvida la otra migración que le antecede en el calendario. La de las poblaciones originarias en sus propios territorios, ahora convertidos en mercancías. ¿No se ha convertido al pueblo palestino en migrante al que hay que expulsar de su propia tierra? ¿No ocurre lo mismo con los pueblos originarios en el mundo?” 

Manifestó que “en México, por ejemplo, las comunidades originarias son el ‘extraño enemigo’ que osa ‘profanar’ el suelo de la finca del sistema, ubicada entre el Bravo y el Suchiate. Para combatir a este ‘enemigo’ hay miles de soldados y policías, megaproyectos, compra de conciencias, represión, desapariciones, asesinatos y una auténtica fábrica de culpables (cfr. https://frayba.org.mx/). Los asesinatos del hermano Samir Flores Soberanes y de decenas de guardianes de la naturaleza definen al actual proyecto de gobierno”. 

Marcos dijo que “el ‘miedo a lo otro’ alcanza niveles de franca paranoia. La escasez, la pobreza, las desgracias y el crimen tienen como responsable a un sistema, pero ahora la culpa se traslada al migrante al que hay que combatir hasta aniquilarlo”. 

Afirmó que “en ‘la política’ se ofrecen alternativas y ofertas a cuál más de falsa. Nuevos cultos, nacionalismos -nuevos, viejos o reciclados-, la nueva religión de las redes sociales y sus neo profetas: los ‘influencers’. Y la guerra, siempre la guerra”. 

Subrayó: “La crisis de la política es la crisis de las alternativas al caos. El frenético sucederse en los gobiernos de la derecha, ultraderecha, el inexistente centro, y lo que presuntuosamente se da en llamar ‘izquierda’, es sólo un reflejo de un mercado cambiante: si hay nuevos modelos de celulares, ¿por qué no ‘nuevas’ opciones políticas?”. 

Comentó que “la conquista de territorios trajo el crecimiento exponencial de los ‘sobrantes’, ‘excluidos’, o ‘prescindibles’. Siguen las guerras por el reparto. Las guerras tienen una doble ventaja: reaniman la producción bélica y sus subsidiarias, y elimina a esos sobrantes de forma expedita e irremediable”. 

Señaló que “los nacionalismos no sólo resurgirán o tendrán nuevo aliento (por eso el vaivén de las ofertas políticas de ultraderecha), son la base espiritual necesaria para las guerras. ‘El responsable de tus carencias es quien tienes al lado. Por eso pierde tu equipo’. La lógica de las ‘barras’, ‘porras’ y ‘hooligans’ -nacionales, raciales, religiosos, políticos, ideológicos, de género-, alentando guerras medianas, grandes y pequeñas en tamaño, pero con el mismo objetivo de depuración”. 

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