Adriana Torres, especialista en derecho internacional e investigadora en la Organización DeJusticia, con sede en Colombia, presentó el libro ‘Derecho, comercio, y etiquetado nutricional: reflexiones y experiencias desde América Latina’, en el cual se detalla que está funcionado esta estrategia regional en favor de la salud, a pesar de las críticas en su contra.
Torres dijo que la alimentación y la salud son dos derechos fundamentales de todos las personas, y por lo tanto es una obligación del estado prevenir que enfermedades derivadas de malos hábitos ocurran entre la población y no centrarse en dar un tratamiento a la enfermedad una vez que se desarrolla.
Agregó que la obesidad, hipertensión, e incluso el cáncer son enfermedades crónicas no transmisibles que representan un riesgo para las personas que tienen sobrepeso y obesidad.
Dijo que esto es consecuencia del consumo de cientos de productos que no cumplen con los requerimientos nutrimentales recomendados y que contienen nutrientes “críticos” y por encima del consumo adecuado de una sustancia por instancias especializada en salud.
Ante esta situación, señaló Torres, fue necesario implementar el sistema de etiquetado actual que existe en México y otros países de la región, donde es posible identificar a través de sellos si el producto en cuestión tiene alguno de estos excesos en su composición.
“El etiquetado de alimentos no es un capricho de México, es una tendencia regional para la protección de la alimentación y la salud” de las personas, y por el contrario, propicia que haya un cambio en la conducta de consumo y distribución de alimentos, obligando a algunas de las empresas que cuentan con estos productos a migrar a otros ingredientes o disminuir la cantidad de nutrientes críticos que se destacan en los sellos.
Una de las principales críticas al sistema de sellado de productos en el país, que detalla si hay un exceso de azúcares, sodio o calorías, ha sido que potencialmente podrían perjudicar a las personas que viven de la distribución, venta y producción de estos, como tienditas y tenderos, al fomentar la disminución de consumo. Sin embargo, la especialista detalló que no hay evidencia de que el etiquetado e impuesto hayan llevado tiendas a la quiebra.
“No hay evidencia científica que demuestre que esto (los sellos e impuestos) afecten los empleos de tenderos, tiendas o grandes industrias de autoprocesados”, y por el contrario, llevan a los fabricantes a adoptar nuevas medidas, con la salud en mente, para mantener su posición en el mercado.
La especialista advirtió que la industria en materia de alimentación debe entender que la libre empresa y la competencia deben armonizar con la salud. “La salud está por encima de los intereses económicos” de la industria, sentenció.
El libro completo con los hallazgos de esta investigación regional en América Latina ya está disponible para descargarse de manera gratuita en el sitio oficial de DeJusticia.