La maquinaria de la guerra aceleró los mercados financieros. Petróleo, armamento y ciberseguridad son los sectores que suelen beneficiarse de este tipo de estallidos; y el ataque de Hamas a Israel, seguido de la invasión de este último a la franja de Gaza, reafirman el ciclo económico armamentista.
En el epicentro del conflicto, las acciones de Elbit Systems –la mayor empresa israelí de seguridad y defensa– aumentaron 2.9 por ciento en una semana, y las de Rafael Advanced Defense Systems, de la misma nacionalidad, avanzaron 5.6 por ciento. Ambas se encuentran entre las 50 fabricantes de armas y proveedoras de servicios militares en el mundo, junto a Israel Aerospace Industries, que ha pospuesto su salida a mercados.
Fuera de la zona de guerra, las acciones de tres de las cinco empresas más grandes de armamento y servicios militares en el mundo –todas estadunidenses– repuntaron más 10 por ciento; algunas de ellas ya figuran entre las principales proveedoras de ciberseguridad para sistemas de defensa nacional, sector que en sí mismo se ha vuelto pilar de los servicios militares.
El Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo identifica a Lockheed Martin como la compañía más grande entre las productoras de armamento y servicios militares en el planeta; en la semana reciente las acciones de la empresa se revaluaron 10.1 por ciento.
Raytheon Technologies, la segunda firma de defensa más grande del mundo, vio un aumento de 5 por ciento en el valor de sus acciones; las de Boeing cayeron 1.3 por ciento. Las de Northrop Grumman se dispararon 15.8 por ciento y en las de General Dynamics el incremento fue de 10.5 por ciento. Todo en siete días.
Las empresas de defensa son más que armamento tradicional. De acuerdo con un reporte de la plataforma Global Data, el futuro de esta industria de insumos y servicios militares estará determinado, en parte, por el desarrollo de sistemas en ciberseguridad, debido a la mayor conectividad que existe entre los sistemas físicos y digitales.
Al margen de su papel como fabricantes de armas y otros servicios de seguridad, el reporte ubica a BAE Systems; Thales y Leidos, que hacen desde aviones hasta investigación biométrica, como las compañías de defensa que más camino llevan en el campo de la ciberseguridad; la semana pasada las acciones de estas compañías avanzaron 8.8, 12.8 y 4.3 por ciento, respectivamente. Boeing y Lockheed Martin completan el quinteto de firmas que se identifican como más importantes en el terreno.
A diferencia de los movimientos en los mercados que marcaron los primeros días del conflicto Ucrania-Rusia, donde los efectos se expandieron de manera más pronunciada sobre los sectores de energía, alimentos y agroquímicos, en el ataque de Hamas a Israel y la invasión de éste a la franja de Gaza, el sector que predomina es el de armamento y defensa.
No es fortuito. Israel es el segundo país con mayor gasto en defensa per cápita, sólo detrás de Qatar, exhibe el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo.
En la última semana las acciones de las cinco principales compañías armamentistas y de servicios militares en el mundo avanzaron en promedio 8 por ciento, por debajo, pero no tan lejos, del 9.2 por ciento que se revaluaron en la primera semana de haber estallado el conflicto entre Ucrania y Rusia.