Cada día más de medio millón de personas observan la obra del muralista Guillermo Ceniceros (Durango, 1939). Sus trazos acompañan el paso de quienes viajan por el Metro de la Ciudad de México.
Las monumentales obras Del códice al mural, en la estación Tacubaya, y El perfil del tiempo, en Copilco, confirman lo que alguna vez expresó David Alfaro Siqueiros: “el colega Ceniceros emerge en México siguiendo el camino del arte serio con intención de trascender […] él continúa agregando valores sobre valores hasta alcanzar una expresión de méritos incuestionables en el conjunto actual”.
Sobre el muro o el lienzo, Ceniceros ha creado un sistema de formas, una obra reconocida en México y el mundo, como lo constata la selección de más de 200 piezas que integran la exposición Invocación al equilibrio de Guillermo Ceniceros, la cual podrá apreciarse a partir de este 28 de septiembre en el Palacio de Minería.
La curaduría es del museógrafo y artista Rodolfo Rivera, quien plantea dos ejes temáticos en su selección: la mujer y el paisaje, motivos desarrollados por Ceniceros a lo largo de toda su carrera.
El patio central del inmueble diseñado por Manuel Tolsá a finales del siglo XVIII presentará al público reproducciones de obras de Ceniceros ampliadas y adaptadas a 12 lunetos.
La muestra integrada por pintura, dibujo y grabado, entre otras técnicas, continuará en el área de exhibición del Palacio, incluido el Salón Bicentenario.
Las piezas pertenecen a la colección del autor y algunas son parte del acervo del Museo de Arte Moderno Guillermo Ceniceros, en Durango. “La exposición se perfila como un homenaje a un creador clave en la plástica mexicana de la segunda mitad del siglo XX y las primeras décadas del siglo XXI”, precisa la Cultura UNAM a través de un comunicado.
Guillermo Ceniceros nació en 1939 en El Salto, municipio de Pueblo Nuevo, Durango. Estudió en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Autónoma de Nuevo León. En 1962 colaboró con Federico Cantú en el mural pétreo de los Altares, en Galeana, Nuevo León; en 1964, con Luis Covarrubias en los murales del Museo Nacional de Antropología, y en 1965, con David Alfaro Siqueiros en los murales del Polyforum Cultural Siqueiros, el Castillo de Chapultepec y el Teatro Jorge Negrete. En 1968 ingresó al Salón de la Plástica Mexicana.
Ceniceros se considera un artista figurativo estructural que está en búsqueda de posibilidades formales e informales del cuerpo humano. Ha dicho que la figuración en su obra no busca la historia ni la anécdota; por medio de sus estudios de forma-estructura-geometría pretende atrapar las posibilidades de tiempo-espacio en la pintura.
La exposición Una invocación al equilibrio podrá ser vista en el Palacio de Minería del 28 de septiembre de 2023 al 31 de enero de 2024, de miércoles a domingo, de 10 am a 5:30 pm. La entrada es libre.
