Se estima que la huelga de la Unión de Trabajadores Automotrices de Estados Unidos (UAW, por sus siglas en inglés) que demanda mejores salarios y prestaciones laborales de Ford, General Motors y Stellantis, tiene un impacto combinado de alrededor de 3 mil 200 unidades por día en producción en aquel país.
En estos momentos, los vehículos que están siendo más afectados son la Bronco, la Ranger, Ford Ranger, GM Cañón, Chevrolet Colorado y la Jeep.
La presidenta del Clúster Automotriz México (ClautMéxico), Elisa Crespo Ferrer, señaló que considerando que somos el principal proveedor de autopartes de Estados Unidos, es evidente que de mantenerse la huelga el impacto será directo en la logística y las cadenas de suministro de partes y componentes.
Dos semanas antes de que estallara -mencionó- la industria nacional estuvo en comunicación permanente con todas las cadenas de valor y todas las armadoras, para buscar estrategias que puedan minimizar el impacto.
«Es un evento sin precedentes porque son tres de las principales armadoras norteamericanas afectadas. Esperamos que la resolución o los acuerdos se puedan lograr lo antes posible porque no queremos un escenario distinto».
Algunos de los escenarios posibles para México -apuntó- es quedarse sin piezas para laborar o bien quedarse con inventario, lo cierto es que una vez que se supere está crisis la industria regresará a la normalidad porque debe cumplir con compromisos que ha adquirido previamente.
Recordó que Estados Unidos está pasando, al mismo tiempo que México, por una etapa de transición tecnológica y es importante ser observadores para reforzar las estrategias propias al interior de las empresas.
“Ahorita hay un proceso de negociación en todas partes, lo más importante, tanto para los trabajadores, ejecutivos y las empresas es conservar las fuentes de empleo, sobre todo, porque venimos de años sumamente complicados y difíciles en temas de recuperación económica. Hasta el día de hoy -destacó- nadie ha podido aceptar el impacto que tuvo la pandemia durante los últimos tres años y así como fue evolucionando, la economía y la sociedad se fue adaptando, por ende la manufactura hizo lo mismo».