Starfield es uno de los videojuegos más esperados de la historia reciente. El juego permite a los jugadores construir su propio personaje y nave espacial, viajar a cualquiera de los mil o más planetas y seguir múltiples arcos argumentales.
La banda sonora es igualmente épica, y el director de audio Mark Lampert describe su música como un “compañero del jugador”, con un “sentido de escala” que “tuvo que ser totalmente reajustado”, en una entrevista reciente sobre el diseño de sonido de Starfield.
Las bandas sonoras del espacio exterior han aparecido en muchas películas: Star Wars, 2001: A Space Odyssey e Interstellar, por nombrar algunas. Pero la música interactiva de Starfield hace algo diferente: utilizando una paleta de lenguaje musical que cultiva un paisaje sonoro contemplativo, lanza al oyente a la inmensidad del espacio sin dejar de ser curioso, inocente y comedido. Si cierras los ojos, podrás imaginarlo interpretado en la sala de conciertos.
Y eso es exactamente lo que sucedió antes del lanzamiento del juego, cuando la Orquesta Sinfónica de Londres interpretó la “Starfield Suite” ante un público con entradas agotadas en el Alexandra Palace Theatre, una de las salas de conciertos más prestigiosas del mundo. Como director, músico y educador, me entusiasman juegos como este, porque atraen a la gente a la música sinfónica como nunca antes.
La creciente complejidad de los videojuegos significa que los compositores una vez más están superando los límites a través de paletas de sonido ampliadas. Al igual que “Starfield”, muchos títulos de juegos modernos incorporan la música sinfónica necesaria para proporcionar la base emocional y atmosférica de la experiencia del juego.
A medida que la industria del juego continúa expandiéndose, las bandas sonoras de los videojuegos se han vuelto cada vez más populares. Cuando se lanza un juego, las plataformas de transmisión de música lanzan habitualmente una banda sonora que lo acompaña. Es posible que el mundo de la música clásica y las orquestas sinfónicas finalmente se estén poniendo de moda.